Se le llamó "Guerra contra el narco" pero nunca se le consideró un conflicto convencional. Y pasaron tantos años y tantas muertes que quizá hasta se dejó de verlo como un enfrentamiento.
Desde 2006, en México se combate la "Guerra contra el narco".
En México se combate abiertamente a los cárteles del narcotráfico desde 2006 pero no hay bombardeos, ataques químicos, atentados con coches bomba, misiles Tomahawk lanzados desde portaaviones, ni participación de potencias extranjeras, ni discusiones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Esta no-guerra no se ve por televisión. Pero las muertes se apilan. Y la forma en que se cuenten y se comparan con las de otros países es motivo de controversia entre un centro de análisis y el gobierno mexicano.Buscaglia considera que hay margen para ser optimista de cara al futuro, porque "la delincuencia organizada en ningún lugar del planeta es un fenómeno meteorológico.
Se puede prevenir, combatir y reducir, y en poco tiempo, no se necesita una generación". menciona cinco medidas esenciales para que México empiece a revertir la situación.
La primera, comenzar a limpiar la política. Menciona que se deben reformar las leyes electorales para que las candidaturas sean abiertas y no determinadas por caciques.
La segunda, poner en práctica tres tipos de controles patrimoniales: auditorías del Legislativo sobre los partidos políticos, de la sociedad civil a los candidatos y del Ejecutivo a los partidos, todo con el fin de que se conozcan los orígenes del dinero de los políticos.
La tercera, aplicar leyes de exención de dominio, que permiten quitarle la propiedad a quien no pueda justificar el origen legal del dinero utilizado para adquirirla.
La cuarta, acciones en materia de prevención social, como implementar una ley para reasignar socialmente bienes confiscados a grupos criminales.
La quinta, un ataque más integral desde el sistema judicial. Por cada causa penal contra la delincuencia organizada propone investigaciones paralelas que implican pesquisas patrimoniales a la red que incluya a políticos y empresarios, investigaciones financieras y tributarias a la misma red y la investigación para determinar una posible exención de dominio.
"Esas 5 cosas, si las comienzan este mes en México, tendrían una reducción sustancial de la delincuencia organizada", sentencia Buscaglia.
"Lo más importante", agrega, es que México tiene los recursos humanos y presupuestarios para comenzar a implementar estas medidas".
El asunto del optimismo para explicar que los mexicanos no deberían resignarse a tener el país que tienen hoy día y añade que México, su realidad, es esquizofrénica.
Todavía se trata de un país rico, pese a que casi la mitad de la población es pobre, aumenta el turismo, crecen las industrias y hay un ambiente cultural creativo enmarcado en una nación de "dos velocidades".
Esta divergencia con un ejemplo: la ciudad de Guadalajara es escenario cada año de la feria del libro más importante del idioma español y al mismo tiempo recuerda que se encuentran cadáveres fuera del propio evento.
"En un país donde el Estado no imparte justicia, no ofrece opciones laborales, no garantiza la seguridad, es el narcotráfico el que por sustitución cumple esas tareas y eso es lo grave. Hay por supuesto maneras de recuperar la presencia del Estado, eso es innegable, es difícil pero se puede hacer".
Y en ese plan que propone también advierte la necesidad de integrar a la sociedad y que una parte de ella se sacuda una peligrosa indiferencia hacia el horror que atraviesa el país.