por Miguel Alvarado
La Universidad Autónoma del Estado de México atraviesa por la peor crisis política y económica de su historia. Por un lado, la propuesta de una reforma universitaria ha convertido a la UAEMéx en un campo de batalla entre partidos, el PRI, que domina el corazón operativo de la Universidad, y Morena, que pretende arrebatara ese control aduciendo corrupción, falta de transparencia y prácticas antidemocráticas, que en realidad y en los hechos, existe.
Por el lado financiero, a la UAEMéx se le han comprobado desvío por mil 500 millones de pesos en cuotas de sus empleados, que debieron entregarse al Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) pero además arrastra fraudes como el conocido como la Estafa Maestra, en realidad un desvío de 7 mil 600 millones de pesos por otorgar contratos a empresas fantasma.
Otro caso de corrupción en la Universidad estatal es el desvío de millones de pesos por asignación de contratos directos, descubierto por la Auditoría Superior de Fiscalización, en el desaparecido Fondo de Fomento y Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica (FONDICT), y que tenían 35 años operando, cuando era dirigido por Erick Herzaín Torres Mulhia. Aunque el rector Jorge Olvera desapareció ese Fondo, en diciembre de 2016, la UAEMÉX aún lo define como “un Fideicomiso destinado a recabar fondos para financiar actividades sustantivas de la Universidad como investigación, difusión cultural, intercambios académicos y más”.
Olvera había prometido un esquema alternativo para encontrar financiamiento, pero su rectorado no puso en marcha ninguno, y justificó en su momento la desaparición del FONDICT diciendo que se intentaba no dejar problemas financieros a la siguiente rectoría, hoy encabezada por Alfredo Barrera Baca y sumida en una espiral de impagos, cercana a la quiebra técnica.
La UAEMéx usó el FONDICT para eludir licitaciones por competencia y poder así asignar contratos de manera directa, lo cual hizo a lo largo de tres años. Los contratos más conocidos que firmó al UAEMéx son, uno por 278 millones de pesos, celebrado en 2013, en el que se comprometía a digitalizar documentos de la SEP, y en 2014 otro relacionado con un programa de cerebros digitales, por 350 millones de pesos, cobrados a CONACULTA.
Los monederos electrónicos de Soriana en la UAEMéx
Pero la UAEMéx, a través del FONDICT, también realizó compras millonarias, como la firmada con Grupo Chasma, en el cual esa empresa, establecida en Metepec, Edoméx, se comprometía a entregar “770 mil paquetes deportivos y didácticos” a cambio de 346 y medio millones de pesos, según el contrato firmado el 27 de febrero de 2012 por César Alberto Roque López, en ese momento director general del FONDICT, cuyo secretario técnico, además, era Elías Micha Zaga, hermano de Adela Micha, conductora de Televisa.
Entre 2012 y 2013, el FONDICT firmó por lo menos 12 contratos, todos ellos en la administración de Roque López, algunos de los cuales con el gobierno del Edoméx para validar los servicios que contrataba con empresas privadas. Uno, por ejemplo, fue signado con la empresa Soriana y tenía como objetivo la implementación de monederos electrónicos. La UAEMéx, obligada legalmente debido a convenios firmados con el gobierno mexiquense, debía encargarse de proveer algunos servicios. El gasto generado desde esos monederos electrónicos los cubrió el FONDICT en su totalidad. Los montos asignados a los monederos no fueron revelados, pero Soriana mantuvo disponible ese servicio hasta el último día del 2012. Este fue un contrato denominado por la UAEMéx como de “buena fe”, en un año en el que Enrique Peña Nieto fue candidato a la presidencia de México. Soriana se vio en escándalos y señalamientos por el uso clientelar de los monederos, que, según analistas, cambiaron el voto de al menos el 6 por ciento de quienes sufragaron. Las tarjetas fueron regaladas a los electores y aunque Soriana negó que se tratara de un truco para captar votos para Peña, pues se trataba de un programa de agradecimiento a la “fidelidad” de los consumidores, algunos contratos celebrados por gobiernos e instancias priistas y la tienda salieron a la luz, que dieron cifras por casi 5 mil millones de pesos para Soriana y sus monederos.
Pero la UAEMéx firmó decenas de contratos, de todos los tamaños.
Los contratos olvidados del FONDICT
Las irregularidades del FONDICT se presentaron incluso después de su desaparición, pues firmó con DICONSA un contrato por 325.2 millones de pesos, según una nota de la reportera Violeta Huerta, quien apunta que “el Fondict no contaba con la capacidad técnica, material y humana para prestar los servicios contratados, entre ellos servicios profesionales y administrativos de consultoría, por lo cual la totalidad de los trabajos fueron realizados a través de terceros que subcontrató, sin la autorización de Diconsa, quien operaba el programa federal de abasto rural”.
Eso, según datos de la Cuenta Pública 2017, de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que al respecto acotó que el FONDICT “sólo actuó como dispersor de recursos y generador de contratos de prestación de servicios que le indicó Diconsa (…) Sin embargo, Diconsa recibió los servicios a satisfacción, por lo cual la ASF presume pagos indebidos por 325.2 millones de pesos”.
La empresa Toma de Protesta, SA de CV levantó una encuesta y desarrolló un estudio cualitativo que constaba de 3 mil 200 cuestionarios y 16 entrevistas “a fondo”, entre otras cosas, por un millón 628 mil pesos. Ese contrato tiene fecha de 5 de marzo de 2013.
DT Digital también firmó un contrato con el FONDICT, el 18 de diciembre de 2012, por servicios de impresión de material especializado como manuales o reportes para personal del Instituto de Salud del Estado de México. Por este contrato, la Universidad pagó 2 millones 851 mil 438 pesos por desarrollar la primera fase, aunque el total final estipulado ascendió a 9 millones 913 mil 793 pesos. El representante legal de la empresa era Ignacio Landerreche Gómez Morín, cuya hermana, María Cecilia Landerreche Gómez Morín, fue directora general del Sistema Nacional del DIF en 2010. Son parientes, además, del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín.
El extraño caso de Enterprise Management
La forma en que la Universidad implementó los mecanismos de pago para la empresa Estructura Empresa JPC, a la cual se le había adjudicado un contrato por 11 millones 151 mil 644 pesos revela cómo desde el FONDICT se pudo operar una estructura de adjudicaciones directas que no necesitaban, ni siquiera, de ser explicadas a la comunidad universitaria y permitía mover cientos de millones de pesos bajo la forma de contratación de servicios.
El 18 de diciembre de 2012, la UAEMéx firmó un contrato por 11 millones 151 mil 644 pesos, pagaderos si se cumplían las fases establecidas en la negociación, para poner en marcha el Proyecto de Desarrollo e Implementación Tecnológica del Sistema de Gestión Médica del ISEM, con la empresa Estructura Empresarial JPC, que pertenece a la estructura de empresas contratadas que la UAEMéx organizó para subcontratar a segundos y terceros. JPC está detectada por la ASF, junto con Intellego Servicios de Consultoría, T-Line México, Comercialización de Software Extensión Limitada, Asesores de Informática SOFAC, Servicios para la Atención a Consultores Aporta, Quitze S.A. de C.V. Los fondos que pagaron este proyecto fueron asignados por Banca Mifel, fiduciaria del Fideicomiso 848/2007 del FONDICT, el 10 de diciembre de 2012, ocho días antes de que la Universidad cerrara el contrato con Estructura Empresarial JPC, según consta en el acuerdo CICT/EXT01/002/2012.
Sin embargo, Banca Mifel realizó una transferencia al FONDICT por 180 millones 265 mil 988 pesos, justificando que serían usados para “la realización de la Primera Fase de “EL PROYECTO” aprobado, denominado DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN TECNOLÓGICA DEL SISTEMA DE GESTIÓN MÉDICA PARA LAS UNIDADES PRESTADORAS DE SERVICIOS MÉDICOS DEL INSTITUTO DE SALUD DEL ESTADO DE MÉXICO (ISEM), cuya responsabilidad de ejecución y correcta aplicación de los recursos, queda desde ese momento, plenamente asumida por EL SUJETO DE APOYO”, dice el Convenio de Asignación de Recursos firmado por la UAEMéx y Mifel. El Sujeto de Apoyo es el FONDICT, que señala en las cláusulas siguientes la contratación de la empresa Enterprise Management Service, SA de CV para que diera seguimiento al proceso del mencionado proyecto. Pero Enterprise Management no era cualquier empresa y fue involucrada después, en la Estafa Maestra, cuando el SAT le detectó ganancias inexplicables por 411 millones 481 mil 900 pesos, por lo que la investiga desde 2017.
Finalmente, Mifel realizó la transferencia a una cuenta del FONDICT abierta en BBVA Bancomer
“El Registro Agrario Nacional (RAN) y la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) son otras de las dependencias públicas que, a través de la Universidad Autónoma del Edomex y una violación a la ley de adquisiciones, entregaron jugosos recursos públicos a empresas investigadas como ‘fantasma’. Estas dos dependencias beneficiaron a Enterprise Management Service SA de CV con cinco contratos por hasta 411 millones 481 mil pesos para dar “servicios administrativos para desarrollo de Sistema Informático”, apuntan los reporteros del portal electrónico Animal Político, Manu Ureste y Nayeli Roldán. Enterprise Management dio como domicilio la calle de Hacienda Cieneguilla 1, en la colonia Santa Elena, de San Mateo Atenco.
El convenio de asignación firmado entre el gobierno del Estado de México y la UAEMéx fue fechado el 14 de diciembre de 2012, cuatro días antes de que la Universidad firmara el contrato con Estructura Empresarial JPC.
El cotejo de ese documento fue realizado por Érick Herzaín Torres Mulhia, el 20 de marzo de 2015, y no hizo ningún señalamiento acerca de su contenido.
Dependencias del gobierno del Estado de México cubrieron muchos de los montos que contrataba el FONDICT. La Secretaría de Desarrollo Social, por ejemplo, le pagó 10 millones 250 mil 541 pesos por la entrega de una cantidad no especificada de sillas de ruedas, andaderas plegables, bastones de puño alemán y muletas de aluminio, desde un contrato firmado el 12 de abril de 2012. Todo eso fue entregado por el gobierno de Eruviel Ávila Villegas durante ese año y parte de 2013, cuando en giras de trabajo llevaba las sillas, las muletas y los bastones para adultos mayores.
Apenas la punta del iceberg
Al menos, 76 contratos más fueron firmados por el FODICT entre 2013 y 2015, algunos de los cuales ya se han dado a conocer en la investigación de la Estafa Maestra, aunque son los menos. En 2012 hubo otras empresas beneficiadas con las adjudicaciones directas, como Ciesoft, SA de CV, la cual el 20 de noviembre de 2012, firmó un contrato por el otorgamiento de licencias temporales de software para el ISEM, a través de la UAEMéx. El costo que se pagó desde el FONDICT, después de desarrollar cuatro fases, fue de 189 millones 763 mil 883 pesos. Algunos montos para el pago de estos contratos multimillonarios salían de instancias federales como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). La UAEMéx hacía los contratos incluso sin tener certeza de que pudiera tener el recurso financiero, aunque se cuidaba de estipularlo ante sus contratados.
La desaparición en 2016 del FONDICT obedeció a la corrupción con la que se manejaron los recursos que se obtenían de ahí. El Fondo en realidad es una de las claves para entender los quebrantos y desfalcos realizados desde la Universidad y que todavía no han sido dados a conocer a la opinión pública.