En el marco del encuentro de Redes de Resistencia y Rebeldía que se llevó a cabo en el centro “Huellas de Memoria. Subcomandante Insurgente Pedro Cumplió” del 26 al 30 de diciembre de 2018, mujeres asistentes al encuentro se organizaron para tejerse como red y articular sus luchas contra el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo en todo el mundo.
Reproducimos aquí el pronunciamiento que leyeron en colectivo:
Carta abierta de la Red de resistencia y rebeldía
antipatriarcal y anticolonial La Caracola
Siendo 30 de diciembre del 2018 nos dirigimos a todas, todos y todoas les aquí presentes rebeldes en lucha y resistencia. A las, los y loas compañeras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, al Congreso Nacional Indígena, al Concejo Indígena de Gobierno, a las redes de apoyo, a les adherentes a la 6ta, a los colectivos e individuos y a cualquier ser en resistencia en cualquier parte del mundo.
Estamos aquí presentes en voz de todas las ausentes despojadas de la vida, en esta carta abierta invocamos la fuerza de las comandantas y retomamos lo acordado en el primer Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, este acuerdo es vivir y nos están matando. Somos mujeres e identidades disidentes pertenecientes a las cinco mesas, que nos organizamos frente a una emergencia:
Denunciamos y repudiamos la vivencia patriarcal sistemática percibida e invisibilidad en los espacios de los encuentros y en las esferas políticas de las izquierdas rebeldes.
Consideramos urgente la real transversalidad de la lucha anti patriarcal en todos los espacios de construcción y de deconstrucción en nuestro praxis político.
Entendemos el patriarcado como un sistema de dominación, depravación, devastación y muerte, que da origen al sistema capitalista. Aquí se funda la falsa supremacía del hombre sobre la naturaleza, las mujeres, las disidencias y las infancias. Es una estructura que atraviesa todos los aspectos de la vida pública y privada, afectando en nuestras relaciones personales y políticas. No podemos seguir hablando de ser anti capitalistas sin una postura anti patriarcal.
Denunciamos la falta de praxis anti patriarcal, tanto en el plano político como en el personal. Denunciamos el silenciamiento y la invisibilidad de nuestras palabras, sentidos, propuestas, luchas y experiencias.
Ante esto exigimos a las redes de apoyo el cumplimiento de lo acordado en el primer encuentro de redes de apoyo en agosto de este año. Ya que observamos que se siguen reproduciendo las mismas lógicas patriarcales. Esta lucha no es solo de mujeres; engloba todos los cuerpos y territorios oprimidos por el sistema hetero patriarcal.
Es responsabilidad de las personas pertenecientes a las redes de apoyo, colectivos e individuos que fuimos convocados a este encuentro y considerando que tenemos el privilegio de haber sido formadas en instituciones educativas públicas o privadas, formales o informales y o espacios políticos de pensamiento crítico, sostenidos por la explotación de todos los oprimides y resaltando el hecho de la triple opresión de la mujer, entendida como reproductiva, doméstica y laboral, es nuestra obligación abandonar nuestros privilegios para el desmantelamiento del sistema patriarcal.
Exigimos un compromiso político a todas las redes de apoyo a formarse y construirse bajo estos lineamientos.
Exigimos la abolición de la transfobia, lesbofobia, homofobia y todas las manifestaciones de desprecio explotación represión y despojo hacia cualquier forma de diversidad sexual.
Estas son nuestras propuestas:
- La conformación de la red de resistencias y rebeldías anti patriarcal y anti colonial la caracola.
- Apoyar la continuidad de encuentros internacionales para seguir luchando contra el patriarcado.
- El sostenimiento de acciones directas en contra de feminicidios.
- Generación de espacios de defensa feministas.
- Abrir procesos de acompañamiento en empoderar mujeres y disidencias.
- Hacer de la reproducción y el cuidado de la vida un trabajo colectivo.
- La creación de espacios anti patriarcales de de-construcción y formación para masculinidades integrados y sostenidos por hombres.
- Sumar nuestras luchas a las voces globales en la exigencia de la recuperación de la autonomía sobre nuestros cuerpos y territorios.
Exigimos libertad no para irnos, sino para quedarnos, movernos al lugar que queremos vivir, en la forma que nos haga sentirnos vivas, y no sobrevivientes.
Si tu lucha es por defender la vida deberás defender la lucha de las mujeres, porque nuestro dolor y rabia es un dolor que reclama vida.
Esto no se trata de que estés de acuerdo o no con la expresión de nuestro dolor, sino que el dolor de la vida expresada en distintas formas te atraviese para muerte.
Soy la caracola, hoy vine a renacer en la selva, yo me llamo con el nombre de cada mujer y sin embargo, mi nombre está por venir y no quiero decir que nací de la sexta, pero sí que le debo la vida al igual que a las caídas por darme nombre, por darme lucha, y las no caídas por darme fuerza, porque sé que estar aquí siendo quien soy, es azar al igual que haber dejado de ser quien fui, porque el sistema me ataca sin importarle mi nombre, ni el amor que pueda generar, pero a mi sí me importan mis nombres, cada uno de ellos, con acentos, silencios y hasta faltas de ortografía. Y no voy a descansar hasta haberles dado hogar en mi cuerpo, hasta no haber pronunciado cada uno de ellos.
Por todas las muertas por feminicidios
Presente
Por todas las muertas de aborto clandestino
Presente
Por todas las victimas de homofobia, transfobia y lesbofobia y otras disidencias
Presente
Por todas las victimas de comercio y explotación sexual
Presente
Por todas las victimas por la lucha por el territorio y la vida digna
Presente
Por todas las victimas de violencia sexual
Presentes
Por todas las victimas en situación de migración
Presentes
Por todas las victimas de desplazamiento forzado
Presente
Por todas las presas políticas
Presente
Por todas las detenidas y desaparecidas
Presente
Ahora y siempre
Ahora y siempre
Ahora y siempre
Por todas las que vendrán
Porque acordamos vivir
Porque exigimos ni una menos
Desde las montañas del sur este mexicano,
La red de rebeldía y resistencia anti patriarcal
anticolonial “La Caracola”