La invasión tras el “descubrimiento”
EL SUEÑO TERMINA EN LOS PRIMEROS INTENTOS DE ESTABLECERSE Y DOMINAR LAS TIERRAS DE LOS INDIOS.
Por: Luz del Alba Belasko
Dentro de la historiografía moderna existe una fuerte polémica sobre el tema del descubrimiento de América, en la que se intenta dilucidar cómo debe llamarse a este hecho histórico y de qué depende si se le llama “descubrimiento”, “encuentro” o bien “resistencia”.
Sin entrar en la controversia, pensamos que son interesantes algunos de sus planteamientos. Entre ellos destaca el de que la posterior interpretación del descubrimiento es ajena a la realidad, por tratar de mostrar el hecho como premeditado y voluntario desde un primer momento.
Otro de los debates se plantea en torno al hecho de que la polémica sobre el “descubrimiento” o el “encuentro” se da casi quinientos años después y, según algunos estudiosos, al tomar en cuenta no sólo la mirada europea de los hechos, sino la de los indígenas y valorando lo que entonces ocurrió a la luz de las actuales consecuencias.
“A nadie en el Viejo Mundo le interesó saber qué pudieran haber pensado los ‘indios’ sobre cómo se vieron invadidos y conquistados”.
La primera noticia del descubrimiento de América se conoce a través de la carta de Cristóbal Colón, de 1493, en la que describe las islas del Caribe con gran entusiasmo y asombro, como es natural:
“en las tierras ay muchas minas deme tale […] y las tierras tan fermosas ygruesas para plantar ysêbrar pacriar ganados de todas suertes […] y de los ríos muchos y granes y buenas aguas los mas delos quales traê oro […]. La gente desta ysla y detodas las otras ‘q he fallado […] andan todos desnudos hômbres y […] algunas
mugeres se cobian vn solo lugar cô vna foia de yerrua […] no tienê otrasarmas saluo las [arm]as delas caña..”
De la misma manera, en un fragmento de su diario, del día 13 de octubre de 1492, Colón describe las islas del Caribe y nos da la impresión de que aquellos lugares son perfectos; incluso, sus habitantes son hermosos. Lo interesante de esta primera emoción radica, posteriormente, siendo ya una realidad la Conquista, en cómo lo que apreciaron en un primer momento en los indios se convierte en objeto de discriminación racial y cultural, cuando no les permitieron apropiarse de sus tierras. A la llegada, todo parecía hermoso, pero el sueño termina en los primeros intentos de establecerse y dominar las tierras de los indios, entonces se convirtieron en salvajes, incultos e irracionales.
“Luego que amaneció, vinieron a la playa muchos d’estos hombres, todos mançebos, como dicho tengo, y todos de buena estatura, gente muy fermosa; los cabellos no crespos, salvo correídos y gruesos como seda de caballo, y todos de la frente y cabeça muy ancha, más que otra generaçión que fasta aquí aya visto; y los ojos muy fermosos y no pequeños; y ellos ninguno prieto, salvo de la color de los canarios […]. Esta isla es bien grande y muy llana de árboles muy verdes y muchas aguas y una laguna en medio muy grande, sin ninguna montaña, y toda ella verde, qu’es plazer de mirarla.”
Posteriormente a la propagación de la leyenda negra, pues de haber mostrado las fallas y defectos que tenían las sociedades indígenas, como la supuesta tiranía de sus gobernantes, se habría valorado con otros ojos la intervención española. Sin embargo, las primeras impresiones de Colón, impiden valorar más objetivamente el mundo indígena. La realidad se conoció después, y los que nunca viajaron a las Indias no se enteraron de lo que sucedía, sino mucho más tarde, por los escritos de algunos soldados, religiosos y conquistadores españoles. Estos relatos, en su mayoría, no se publicaron inmediatamente y, al editarse, eran censurados.
“[…] la terrible pragmática de Valladolid en las cortes […] castigaba con la muerte al autor de la obra que se publicara sin licencia y con la confiscación de la imprenta y de sus bienes al editor”.13 Algunas de las interpretaciones, que surgen en historias y relatos encargados por la Corona, tenían el objeto de difundir el hecho del descubrimiento, cosa que daría prestigio al reino y justificaría la inversión hecha para efectuar dicho viaje. “Una vez conceptuada la hazaña colombina […] comenzó el desarrollo de un proceso interpretativo de ese suceso, cuya problemática consistió en explicitar y articular adecuadamente el elemento de intencionalidad implícitamente postulado en aquella manera de concepción.”
Otro de ellos es referente a la interpretación que hace Fernando Colón, hijo de Cristóbal, en la que puede percibirse el mismo objetivo: hacer aparecer a su padre como descubridor del Nuevo Mundo, y no como un marinero deseoso de navegar y quien confundió las Indias con tierras desconocidas.
El fracaso de la historiografía moderna en el entorno del descubrimiento de América y de personajes como Cristóbal Colón es estrepitoso. No es aceptable en el siglo XXI que una comunidad científica internacional continúe dando como válida la teoría de la genovesidad del almirante, sin dar ningún tipo de respuesta a las infranqueables cuestiones que imposibilitan de manera indiscutible, que aquel Colombo genovés, al que la “rosa de los vientos” le hizo una mala jugada y terminó en la invasión en la llamada “América”.
Fotografía: Belasko.
tomado de : http://quieneson.com.mx/2016/10/12/la-invasion-tras-descubrimiento/