Cárdenas y su lucha contra l maximato de la clase privilegiada en México


LA UTOPIA CARDENISTA 1943-1940

 

En el momento de que fue designado candidato a la presidencia, Lázaro Cárdenas no formaba parte del grupo más importante de los jefes revolucionarios, era el más joven de estos y se le veía como la nueva generación y aunque era fiel a Calles no se podría decir que le era incondicional, no compartía las opiniones conservadoras que este tenia acerca de la política agraria, es decir mantenía una relativa independencia. 

Así cuando; Cárdenas logra la presidencia se dan los primeros pasos para acabar con el maximato que se había venido desempeñando desde el triunfo de la revolución.

En su gabinete había callistas que no veían en él al Presidente, por lo que tuvo que entablar alianzas con el recién formado PNR, la CROM y así mantener un círculo que lo mantuviera arraigado entre el sector de trabajadores para así dar la batalla del reparto de tierras que es una de las características de este periodo presidencial.

Hasta 1934 los terratenientes eran uno de los sectores más privilegiados, gracias a la tolerancia de los regímenes posrevolucionarios, pero con Cárdenas esta tolerancia llega a su fin.

Por fin la masa campesina veía realizada una de las promesas de la revolución: el reparto de tierras y esta solo fue posible repartiendo las haciendas, la Reforma Agraria se aceleró a partir de 1935 trastocando el mismo corazón de la agricultura comercial, ya que las expropiaciones mas significativas se dieron en La Laguna, Yucatán, Lombardía y Nueva Italia, que eran los centros de cultivo con mayor desarrollo en el país.

Para cuando Cárdenas finalizó su gobierno casi la mitad de las tierras cultivables del país eran ejido. Con esto Cárdenas se hizo de un consenso entre la población campesina e incluso a una parte de estos los armó para defender las tierras y junto con el ejército ponen fin a los remanentes de la insurrección cristera, pero se abstienen de apoyar la rebelión del general Cedillo en 1938 y de la CNC en 1938.

Pero algo faltó en este proceso, ya que si bien se repartieron tierras y a los obreros se les dio margen de acción lo cierto es que estas no produjeron un crecimiento inmediato en la economía, ya que no se les dotó de insumos o tecnología para trabajar la tierra y a los obreros aunque formaron cooperativas no tenían de materia prima suficiente. 

Justo es decir que el grupo de cardenistas era minoritario dentro del gabinete y tenían encima la presencia de Calles que posteriormente fue “exiliado” por Cárdenas, ya con este en el exilio se llega a su fin.

Otra de las cosas que hicieron resaltar el gobierno de Cárdenas fue que la administración de los ferrocarriles nacionales pasara a manos de los obreros aunque no con mucho éxito, con Cárdenas se forma la CROM y la CTM, en este periodo por primera vez se empleo el gasto público para alentar el desarrollo económico del país, a la educación se le dio un carácter verdaderamente público y socialista y la acción que más ha trascendido en la memoria de los mexicanos es cuando el 18 de marzo de 1938 nacionaliza la industria petrolera. En el ámbito internacional también Cárdenas dejo huella admite a refugiados de la guerra civil española, así como a Troski que venia huyendo de Stalin.

Se podría decir que 1938 con la expropiación petrolera el gobierno de cardenista llega a su clímax y faltando dos años para que termine de periodo se empieza a dar una crisis política en su gabinete esto debido a que empieza la lucha por la sucesión renuncia el general Mujica y Manuel Ávila Camacho que entre ellos dos estará la decisión de nombrar al próximo presidente, el PRM partido en el poder entra en crisis, las pasiones por la sucesión están por todo el país, Cárdenas decide que el próximo presidente de la República sea Manuel Ávila Camacho, el general Almazán que era otro de los aspirantes a dirigir el país acusa que le han arrebato la victoria por medio del fraude quienes lo seguían se consideran traicionados pero no pueden hacer nada, se retira de la vida política, con esto da paso a la rememoración colérica y nostálgica, cerrando así un capítulo crítico del México contemporáneo.

Al entregar Cárdenas la presidencia seguía sosteniendo que...la lucha de clases era el motor del desarrollo histórico y que la meta última de la revolución era construir una sociedad en donde los instrumentos de producción estuvieran bajo el control directo de los trabajadores.

El ejido, las cooperativas y la propiedad estatal debían ser los ejes económicos y sociales del México nuevo. [Estas palabras encierran la verdadera utopía del cardenismo ya que para llegar a ello se debería cambiar las estructuras desde el fondo de este país.


 Hector Aguilar Camin y Lorenzo Meyer