por Revolución TRESPUNTOCERO
En agosto pasado, cuando José Antonio Meade era aún secretario de Hacienda y Crédito Publico (SHCP), afirmó que en el 2018 continuaría el estímulo fiscal que se ha ocupado para “suavizar” los precios de la gasolina.
Cuando los medios le preguntaron cómo se veía la situación de los precios de las gasolinas para 2018, Meade respondió que “el esquema que hemos tenido hoy de un proceso de flexibilización en donde vayamos suavizando, con los estímulos nos ha funcionado bien, y en principio deberíamos de preservarlos el siguiente año”.
De acuerdo con la SHCP, se han gastado 30 mil millones de pesos al mes de junio de 2017 en costear el estímulo fiscal que se ha ocupado para suavizar los precios de la gasolina.
Sin embargo, no es un paliativo para los conductores. Como es el caso de Alberto, un taxista que tiene que pagar 200 pesos por gasolina, más la cuota destinada para el dueño del taxi, “muchas veces a penas y saco lo que debo entregar, es decir hay días que no gano nada aunque empiece a chambear desde muy temprano”.
En cuanto a la liberación del precio de las gasolinas, el hoy precandidato a la Presidencia de la República por el PRI, afirmó que “la propuesta de adelantar la liberación de los precios de la gasolina y el diesel en el país no se hará con un fin recaudatorio, sino con el propósito de beneficiar a los consumidores”.
Con ello aseguraba que, cada gasolinera podría ofrecerle a los consumidores un precio distinto, y los primeros tendrían la oportunidad de acceder a una variedad de costos y elegir el más conveniente. Pero esto no ha sido así.
De acuerdo a una investigación hecha por Revolución TRESPUNTOCERO, el modus operandide algunas gasolineras es ponerse de acuerdo para ofrecer un mismo precio (lo más elevado), viéndose el conductor en la necesidad de pagarlo al no tener otro tipo de elección.
“Aquí todos los sitios manejan la gasolina a más de 16 pesos, una sola gasolinera maneja un costo de 15 pesos y fracción, sin embargo ya ha sido presionada para que suba el precio y el costo sea igual al que las otras, de lo contrario habrán represalias. Los dueños intentan mantener un costo bajo pero creen que de ser atacados de manera violenta, van a obedecer”, denuncia Alberto.
Quien a su vez, indica que han sido advertidos por las mismas gasolineras que para enero el combustible se elevará hasta llegar a 20 pesos por litro. “Es imposible pagar algo así, no sé qué vamos hacer, cómo vamos a trabajar porque la gente no va querer pagar el costo que fijemos para siquiera poder obtener algunos pesos para malcomer.
Lo peor es que Meade vino aquí a la frontera sur para iniciar su campaña política, pero nadie le dijo nada, es más es posible que nadie o muy pocos sepan que fue gracias a él que hoy miles de taxistas como yo no alcanzan ni a cubrir la cuenta que se debe entregar, se pone del propio dinero y se deja a la familia sin comida algunos días. Cómo puede venir a una entidad pobre a hablar de promesas de campaña, cuando nos acabó estando en el gobierno de Peña Nieto, es decir ni la burla perdona”, comenta a Revolución
TRESPUNTOCERO.
Meses atrás, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), advirtió que la gasolina Magna y Premium subirá hasta 20 y 23 pesos en 2018, con un aumento promedio de 22.17% y 25.88%; ello frente a su precio promedio actual de 16.37 y 18.27 pesos por litro, respectivamente.
Fue Pablo González Cordova, presidente de dicha agrupación, quien advirtió que lo anterior desatará una serie de aumentos en los productos y servicios básicos; que representan un duro golpe para la economía de millones de familias.
Afirmando a un medio de comunicación que “el nuevo gasolinazo es resultado de la liberalización de los precios del combustible; que deja la cotización de los energéticos al libre mercado”.
Aunque Enrique Peña Nieto informó que aunque no se puede conocer el nivel de precios de las gasolinas para el próximo año, porque dependerá de las condiciones del mercado internacional, “es seguro, el costo de los combustibles no tendrá cambios abruptos en ningún momento durante 2018”, es poco creíble cuando distintas gasolineras de todo el país han advertido que llegará a 20 pesos (aproximadamente) el costo para enero de 2018.
Cabe señalar que, ante las propuestas para disminuir costos, José Antonio Meade no quitó el dedo del renglón y afirmó, “No hay manera de revertir el aumento al precio de las gasolinas”.
Por su parte el analista político Arturo Rueda, indica que, “El candidato Meade no nos cuenta el truco del secretario Meade para contener el impacto del alza de precios mediante ‘estímulos’ semanales al IEPS diseñados para evitar alzas abruptas por las variaciones del tipo de cambio y los precios del petróleo. Estos ‘estímulos’ tienen un efecto temporal en 2018: quieren que les demos nuestro voto y después el precio de las gasolinas se irá al cielo como resultado del libre mercado”.
Además señala que, “antes de firmar su renuncia como secretario de Hacienda para irse como candidato del PRI, Pepe Meade nos dejó un último regalo a los mexicanos: la liberalización absoluta de los precios de la gasolina, adelantando un mes el cronograma fijado por la Comisión Reguladora de Energía. El costo por litro queda fijado a la libre fuerza del mercado, lo que en México quiere decir siempre a la alza y nunca a la baja”.
Rueda, afirma en su publicación que, los tecnócratas del ITAM impusieron un pensamiento único al respecto: el subsidio histórico a la gasolina era regresivo e injusto porque solamente beneficiaba a las clases medias y pudientes que son propietarios de automóviles. Entonces, el grupo itamita enquistado en SHCP, Banxico y el PRIAN, precisamente en los dos sexenios en que Meade es pieza clave, eliminaron progresivamente el subsidio, pero además incrementaron los impuestos especiales.
Como resultado de esa política económica, el precio de la gasolina pasó de 6.76 pesos por litro a 15.95. Esta es la verdadera herencia del grupo itamita: un incremento al combustible de casi 140 por ciento en apenas 12 años. ¿Ese es el genio económico de Meade? ¿Es su gran logro después de trabajar para Calderón y Peña Nieto?
El incremento de la gasolina con Felipe Calderón —con quien Meade fue subsecretario y luego secretario de SHCP– fue de 69.6 por ciento: inició con 6.67 pesos y terminó con 11.47. Con Peña Nieto, el aumento ha sido similar, especialmente luego del gasolinazo de principio de año que desató la ira popular. El mexiquense la recibió en 11.47 y ahorita va en 15.95, es decir, 40 por ciento de incremento, pero lo peor llegó con la liberalización de los precios que arranca hoy, afirmó.