Los peregrinos Guadalupanos y la crisis mexicana








El culto en la Basílica es el más importante, después de Roma, que exista en el mundo católico, porque es evidente que en momentos de crisis económica o política la gente acude a la virgen para fortalecer su percepción, su esperanza, su óptica de optimismo.



En este 12 de diciembre, día de la virgen de Guadalupe, se juega y se festeja  la identidad de todo lo mexicano, independientemente de la religión que sea, incluso si se tiene creencias en la Iglesia Católica, la virgen aparece como un foco, como un factor que articula la diversidad del mestizaje, es una amalgama de culturas que hoy conforman nuestra identidad, ya sea comunista, ateo, incluso hay judíos guadalupanos.


F/ Pequeños peregrinos de la Virgen de Guadalupe, La Tonantzin. Tuxtla Gtz. 
© Daniel Aguilar (harold).

Lo anterior lo expresó el analista en materia religiosa, Bernardo Barranco, quien precisó que el Templo del Tepeyac es el lugar en donde se encuentran dos grandes culturas, la europea a través del cristianismo, en la educación Mariana y Juan Diego que representa un pueblo dominado, reprimido como fue el mundo mesoamericano que en conjunto conforman una nueva vía, una nueva historia de México.

Guadalupe es la expresión de la primera evangelización, creativa  y hasta audaz. El peregrinaje, el culto y la presencia masiva de millones de peregrinos expresa la fe popular. A veces despreciada incluso por la propia Iglesia católica. 

La fe de pueblo es la fe sencilla que se vive de manera festiva.

El peregrinaje  a la Basílica es el más importante, después de Roma, que exista en el mundo católico, porque es evidente que en momentos de crisis económica o política la gente acude a la virgen para fortalecer su percepción, su esperanza, su óptica de optimismo.

Existe una relación histórica con la Guadalupana, ha estado en las grandes crisis mexicanas, en la Independencia, en la Revolución Mexicana, en los momentos claves de nuestra nación, de ahí la fortaleza que tiene en nuestra cultura.

María Guadalupe representa una especie de manto materno que desde los humillados aztecas que fueron conquistados por los españoles encontraban refugio y consuelo en Tonantzin Guadalupe hasta los emigrantes mexicanos a Estado Unidos en búsqueda de mejor nivel de vida, en ese sentido la virgen personifica simbólicamente la madre.




por Bernardo Barranco