ESTADIO TOLUCA A LA EUROPEA

A las puertas del Infierno

LAS PLEGARIAS DE VARIOS “DIABLOS” FUERON ESCUCHADAS Y ESTE FIN DE SEMANA REGRESAN A SU HOGAR.

La “Divina Comedia”, de Dante Alighieri, nos relata la crueldad del infierno, los círculos donde se desarrolla, los grandes personajes que ahí habitan, e incluso nos describe su geografía e hidrografía de manera íntima.
El viaje de Dante, con la ayuda y guía de Virgilio, relata claramente que el infierno (y sus círculos) cuentan con historias interesantes, a pesar del sombrío panorama que predomina en aquel reino.
Como podemos ver, infiernos existen muchos. Algunos se les nombra así debido al calor abrumante, otros por ser lugares estériles donde la vida difícilmente puede brotar, y los demás debido a que ahí habitan verdaderos demonios.
Curiosamente, la ciudad de Toluca es resguardada por algunos de estos seres nada agradables. De color rojo y carácter punzante. Impredecibles. Al igual que en la “Divina Comedia” de Dante, el infierno aquí es un lugar frío, donde el clima no siempre es el mejor y las bajas temperaturas prevalecen.
Se preguntará usted, ¿dónde habitan estos seres? La respuesta pareciera increíble, ellos viven en un estadio de fútbol. Caprichoso lugar de residencia, puesto que para muchos el deporte poco tendrá que ver con la voluntad de fuerzas sobrenaturales.
Sin embargo, y en contra de todo pronóstico, en ese campo de fútbol se logró edificar un estadio, un estadio que en el estricto sentido estético nunca fue el más bello, pero en cuanto a pasión, la cosa es muy diferente.
Gracias a esa pasión, el estadio logró albergar dos justas mundialistas y ha sido testigo de numerosas proezas realizadas por los diablos y pingos que ahí habitan.
De nombres distintos, pero todos emblemáticos, han sido varios los demonios que han contribuido con su granito de arena para venerar una historia centenaria y plagada de trofeos.
En este infierno retumban los nombres de entidades que responden a los bautices de: Pereda, Epaminondas, Gassire, Eugui, Estupiñán, Lostanau, Carús, Cristante, Estay, Da Silva, Sánchez, Morales, y un tal Cardozo, demonio brutal que para muchos, venía desde otro planeta. En fin, teorías vienen y van en torno a él.
A pesar de nombres tan destacados, y diez glorias conseguidas a través de los años. El palacio de tan distinguidos demonios se fue haciendo opaco, la edad y la vanidad por fin lo alcanzaron y se tuvo que resignar a renovarse o quedar en el olvido.
Llegados los cien años de la entidad a la que tanto estadio como diablos pertenecen, era el momento justo de llevar a cabo la modernización.
Lejos de casa y en patio ajeno, transcurrieron varios meses en que los cuales los diablos suspiraban por regresar a casa. Un proyecto que contemplaba poco tiempo, se fue alargando y complicando.
La fecha límite establecida en la agenda demoniaca dictaba el 12 de febrero, puesto que ese día nació el Club Deportivo Toluca.
Hogar, sucursal, dependencia y agencia de una historia pintada de rojo, bañada de gloria, y con retoques de grandeza. Siguiendo las enseñanzas de Virgilio, Dante aprendió que los condenados siguen orando.
Aquí no fue distinto, las plegarias de varios “diablos” fueron escuchadas y por fin este fin de semana pueden regresan a su hogar. Varias tribunas y piedras que fueron testigos silencios de glorias eternas ahora han desaparecido. En su lugar existe lujo, vanidad, y distinción. A la espera de más alegrías, títulos, y grandeza. El infierno abre sus puertas.
Por: Manuel Gómez Muciño.