En repudio al asesinato de dirigentes campesinos en Honduras




Octubre 19 de 2016

Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe -ATALC- expresa su
profundo dolor y repudio por el asesinato de los compañeros hondureños José
Ángel Flores de 35 años de edad, y Silmer Dionisio George, de 36, con
quienes fuimos solidarios en vida y conocíamos las condiciones de alto
riesgo que vivieron estos heroicos defensores de los derechos humanos. José
fue el presidente del Movimiento Unificado Campesino del Aguán -MUCA-, y
Silmer era dirigente de la cooperativa La Confianza, ubicada en el
municipio de Tocoa, Departamento de Colón.

El asesinato se atribuye generalmente a sicarios sin señalar las causas
estructurales que tienen relación con el carácter experimental de guerra,
de operaciones psicológicas que se están produciendo en una zona altamente
militarizada con cuerpos de inteligencia tanto militar, policial y guardias
privados, así como de policía internacional. Donde las personas sufren
cotidianamente persecución -terror- y prácticamente existe una situación
que puede ser calificada de estado de excepción, es decir que aún cuando no
existe la pena de muerte, en Honduras se asesina impunemente a los
dirigentes campesinos, indígenas y defensores/as de los derechos humanos.

Honduras ha sido considerado el país más violento del mundo, sin embargo no
se señalan las causas estructurales: los tratados económicos desiguales que
tienen los países hegemónicos, la impunidad del más del 90%, la
militarización extrema de todas las instituciones del Estado; los procesos
de destrucción de la biodiversidad, los monocultivos para agrocombustibles,
plantaciones bananeras y de caña de azúcar que están en el marco de los
tratados comerciales internacionales; y las políticas del Banco Mundial que
favorecen a los grandes consorcios corporativos que vulneran la vida, la
seguridad de las personas, criminalizan la protesta, invaden los
territorios y explotan a los seres humanos mediante el trauma social,
tortura y asesinatos de comunidades campesinas, indígenas y defensores/as
de los derechos humanos. Características de las políticas financieras que
acrecientan la acumulación de capital.

Como organización ambientalista y en defensa de la vida y la dignidad de
los pueblos, condenamos estas violaciones y demandamos justicia a esta
violencia estructural de las oligarquías nacionales y el capital
transnacional, e invitamos a todas las organizaciones ambientales y de
derechos humanos del mundo a la solidaridad con el MUCA y con la Plataforma
Agraria del país mesoamericano.