Funge como director de Pemex siendo su enemigo. El egresado del ITAM está en Pemex para destruir a la paraestatal. ¿Qué director es ése? Justifica la reforma constitucional de Peña Nieto con mentiras, dice que bajarán los precios de las gasolinas y las tarifas de luz. Eso no es cierto pero, a cambio, se entregarán Pemex y la CFE a las transnacionales.
Argumentos basados en mentiras
Es egresado del ITAM, no sabe nada de petróleo, es un burócrata de medio pelo que solo repite como el perico. En la andanada de declaraciones que han seguido a la presentación de la iniciativa de reforma energética de Peña Nieto, Emilio Lozoya, quien funge como director de Pemex dijo a Milenio Televisión que, con la reforma prevé la llegada de “inversiones importantes” que generarán al menos 500 mil empleos directos en el corto plazo.
¡Ridículo y mentiroso! Eso es y nada menos. ¡Qué base tiene para asegurar lo que dijo, dónde se crearán esos empleos, quiénes lo harán?
Como vocero, o agente de ventas de las transnacionales, señaló que:
La reducción en el precio de los combustibles, como el gas y la electricidad, pudiera comenzar a aplicarse justo un año después de ser aprobada la reforma energética que propone el gobierno federal.
El mozalbete considera que todos los mexicanos somos menores de edad. Los priístas se quieren pasar de listos. Primero la reforma y, luego, la baja en los precios. Saben que aprobada la reforma y puestas las industrias eléctrica y petrolera en manos de transnacionales, nadie se acordará de las promesas, mismas de jamás se cumplirán. Pero, entre tano, con el ardid, la reforma ya pasó. Esos politiqueros consideran que la política exitosa es la basada en la mentira y en la corrupción.
Engañan a la nación
A Lozoya lo entrevistó Ciro Gómez Leyva, conductor este 13 de agosto. Respecto a los precios de las gasolinas y la electricidad dijo:
“Estimamos que a finales del primer año ya se estarían reflejando (los beneficios). Además de un crecimiento económico a partir de las inversiones que serían rápidas, eso le pega al PIB y genera más y mejores empleos”, precisó.
¿Cómo a fin de año? La reforma ni siquiera ha sido ingresada al Senado, tampoco a la Cámara de Diputados. Es obvio que el PRI, PAN y PVEM la votarán mayoritariamente y lo más pronto posible. Pero se trata de cambios constitucionales y la reforma deberá pasar por todos los Congresos locales, que también la aprobarán, pero eso llevará varios meses.
Por supuesto, el procedimiento poco importa a Lozoya. Probablemente, ya han cabildeado previamente con las transnacionales y, seguramente, ya están en marcha los nuevos proyectos. Es decir, están jugando con cartas marcadas engañando a la nación.
Sin base prometen empleos
Luego hizo proyecciones al futuro, para cuando Peña Nieto y Lozoya estén fuera del país, seguramente como empleados de las transnacionales petroleras.
Como parte de las inversiones que esperan para el sector energético, el directivo resaltó la generación de empleos, los cuales podrían ascender a 2.5 millones en el sector hacia 2025, principalmente para las ciencias petroleras, química, petroquímica e ingeniería mecánica, entre otras.
Eso no es nada, habida cuenta que la demanda anual es de 1 millón de empleos. 2.5 millones en 12 años es muy poco, revelando que entregarán a Pemex y a CFE de manera muy barata. De aquí a 2025 se necesitarán más de 12 millones de empleos.
Los CUCos se pagarán en especie
Como parte de la propuesta, los contratos de utilidad compartida (CUCos) que buscan aplicar para el ingreso de la iniciativa privada al sector energético contemplan el pago en efectivo y no con petróleo, dijo Lozoya.
Eso está por verse, Peña dejó abierta la opción para el pago en efectivo o en especie. No abundó al respecto, eso se precisará en la legislación secundaria que aún no se conoce públicamente. Desde ahora, sin embargo, se puede afirmar que la “utilidad compartida” implica, necesariamente, el pago en dinero pero también en especia, habida cuenta que la utilidad no surge de la nada sino, precisamente, de la producción misma que se realiza utilizando las reservas de hidrocarburos.
Los Contratos de utilidad compartida son solo el disfraz de los de producción compartida. Esos contratos no son convencionales, las transnacionales los quieren en términos de “Operadores” no simplemente “Contratistas”.
Lozoya explicó que esta tendencia tiene que ver con mantener la tenencia nacional de los hidrocarburos, apegado a lo que señala la Constitución.
¿Cuál Constitución? La nueva, desde luego, la actual ya la pateó Peña Nieto.
“Nosotros nos fuimos con un modelo que rescata la historia del país. Cada barril debe ser pagado en efectivo y no en petróleo”.
Reiteramos, eso dice Lozoya hoy para engañar, mañana dirá otra cosa. Además, ¿de qué historia habla, de la que están pateando él y Peña? ¿Recuerdan siquiera que en México hubo una Expropiación petrolera y una Nacionalización eléctrica? No, fingen no acordarse por eso las patean. Lo único que recuerdan es que las transnacionales, a las que sirven fueron expulsadas. Entonces, ahora que están en el gobierno, les van a regresar las industrias eléctrica y petrolera. Olvidan o hacen que olvidan que el patrimonio es de la nación, pues ni Pemex ni CFE son suyas.
¿Aguas profundas?
Los contratos que buscan aplicar en la exploración y explotación de los hidrocarburos también tienen como objetivo compartir los riegos que implican trabajos, principalmente en zonas de difícil acceso, como es el caso de los yacimientos en aguas profundas del Golfo de México, donde el factor de éxito oscila entre 20 y 50 por ciento, dijo.
¿De dónde saca Lozoya a ese factor si en las aguas profundas SE DESCONOCE si existen o no hidrocarburos, solo se tienen estimaciones de recursos prospectivos, es decir, recursos no descubiertos.
No quieren nuevo régimen fiscal, les urge privatizar
Al preguntarle sobre el cambio en el régimen fiscal para Pemex, que permita reducir la tributación que entrega para el gasto corriente del gobierno federal, Lozoya mencionó que ésta premisa no es la solución total para lograr la eficiencia de la empresa.
Sin embargo, reconoció que es necesario aplicar los estándares que ya se utilizan en países como Colombia, con Ecopetrol, y Brasil, con Petrobras, quienes otorgan hasta 70 por ciento de sus ingresos.
Sí eso es así, no se trata de ningún ejemplo. Lozoya no sabe de qué habla. En 2012, Pemex entregó a la secretaría de hacienda (SHCP), por concepto de impuestos y derechos el 54.8% respecto de sus ventas totales o, el 69.5% del correspondiente EBITDA.
De tal forma que este cambio permitiría a Pemex quedarse con al menos un adicional de 8 por ciento de sus utilidades, lo cual son recursos considerables que podrían ser utilizados en las actividades que realiza en materia petrolera, agregó.
Ese 8%, por supuesto, es nada la mayor parte será para las transnacionales.
Para disponer del 8% de sus “utilidades” NO es necesario privatizar a Pemex. Actualmente sus ingresos (y ganancias expresadas en rendimientos) son cuantiosos. En 2012 ascendieron a 1 billón 646 mil 900 millones de pesos (126mil 600 millones de dólares). Su EBITDA fue de 1 billón 145 mil 300 millones de pesos (88 mil millones de dólares). Este EBITDA es mayor a cualquier petrolera transnacional.
Ese patrimonio es lo que están entregando los peñistas a las transnacionales a cambio de migajas. Es la situación más absurda. Pemex es la petrolera más rentable del mundo que le pide a las transnacionales que se apropien de la misma a cambio de migajas, como se ha dicho.
En 2012, el precio de extracción del barril por parte de Pemex fue de 6.12 dólares el barril y lo vendió en más de 100 dólares cada uno. La ganancia es extraordinaria. Ninguna otra transnacional del mundo tiene estos costos y ganancias.
Es evidente que Lozoya es un infiltrado del imperialismo en Pemex, encargado de entregar la paraestatal a las corporaciones. Eso es lo que dirige: la privatización de Pemex. El ITAM; por su parte, es el aparato encargado de asesorar al gobierno peñista y elaborarle las iniciativas de reforma constitucional.