El maestro Juvencio nació en Ejutla Oaxaca pero sus ojos se abrieron a la luz de la plata /gelatina, en la fría y lluviosa Toluca a finales de los años 50as.
Entró al reino del retrato con pasión hasta alcanzar el espanto y la poesía en sus imágenes. Su primera muestra de designios los hizo en 1965 con el grupo de jovenes, conocidos como tribu tunAstral.
Célebre por sus elegantes fotografías para la sociedad moderna toluqueña en un lenguaje en donde la composición y la luz fueron sus principales aliados.
Conceptualizó más de 30 colecciones y fungió como jurado honorífico en las muestras internacionales de Fotoseptiembre.
Demostro su amor al arte y a la crítica literaria con indudable voluntad y espléndido psiquismo. Su raza cósmica ligada a sus orígenes de gran observador del cotidiano, nos hizo levantar la memoria.
Hoy el Patriarca de los Larrañaga, parte danzando entre las sombras y luces que tanto amo. Por eso le decimos que aquí seguiremos, disertando las luces y los colores, y despidiendo amorosamente las formas de la noche.