lunes, octubre 08, 2012
Nathalie Cardone Comandante Che Guevara Hasta Siempre
Hasta siempre Comandante
En el 45 aniversario de tu heroico vivir.
Hoy a esta casa, Padre, entra conmigo
Te mostraré las cartas, el tormento
de mi pueblo, del hombre perseguido.
Te mostraré los antiguos dolores.
Y para no caer, para afirmarme
sobre la tierra, continuar luchando
deja en mi corazón el vino errante
y el implacable pan de tu dulzura
Pablo Neruda
Julio Cortázar - Mario Benedetti: Al Che
Mensaje al
Hermano
Julio
Cortázar
“Ahora serán las palabras, las más inútiles o las más elocuentes, las que broten de las lágrimas o de la cólera; ahora leeremos bellas imágenes sobre el fénix que renace de las cenizas, en poemas y discursos se irá fijando para siempre la imagen del Che. También éstas que escribo son palabras, pero no las quiero así, no quiero ser yo quien hable de él. Pido lo imposible, lo más inmerecido, lo que me atreví a hacer una vez, cuando él vivía, pido que sea su voz la que se asome aquí; que sea su mano la que escriba estas líneas. Sé que es absurdo y que es imposible, y por eso mismo creo que él escribe esto conmigo, porque nadie supo mejor hasta qué punto lo absurdo y lo imposible serán un día la realidad de los hombres, el futuro por cuya conquista dio su joven, su maravillosa vida. Usa entonces mi mano una vez más, hermano mío, de nada les habrá valido cortarte los dedos, de nada les habrá valido matarte y esconderte con sus torpes astucias. Toma, escribe: lo que me queda por decir y por hacer lo diré y lo haré siempre contigo a mi lado. Sólo así tendrá sentido seguir viviendo”.
Vámonos,
derrotando afrentas.
derrotando afrentas.
ERNESTO "CHE" GUEVARA
Mario Benedetti
Así estamos
consternados
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles
da vergüenza mirar
los cuadros
los sillones
las alfombras
sacar una botella del refrigerador
teclear las tres letras mundiales de tu nombre
en la rígida máquina
que nunca
nuca estuvo
con la cinta tan pálida
vergüenza tener frío
y arrimarse a la estufa como siempre
tener hambre y comer
esa cosa tan simple
abrir el tocadiscos y escuchar en silencio
sobre todo si es un cuarteto de Mozart
da vergüenza el confort
y el asma da vergüenza
cuando tú comandante estás cayendo
ametrallado
fabuloso
nítido
eres nuestra conciencia acribillada
dicen que te quemaron
con qué fuego
van a quemar las buenas
las buenas nuevas
la irascible ternura
que trajiste y llevaste
con tu tos
con tu barro
dicen que incineraron
toda tu vocación
menos un dedo
basta para mostrarnos el camino
para acusar al monstruo y sus tizones
para apretar de nuevo los gatillos
así estamos
consternados
rabiosos
claro que con el tiempo la plomiza
consternación
se nos irá pasando
la rabia quedará
se hará más limpia
estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella
donde estés
si es que estás
si estás llegando
aprovecha por fin
a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones
donde estés
si es que estás
si estás llegando
será una pena que no exista Dios
pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.
Roberto Blaga: El Libro Verde del Che
EL LIBRO
VERDE DEL
CHE
(Con Prólogo de Paco Ignacio
Taibo II)
Por Roberto
Blaga
En un verdadero cruce de
autorías,
trabajos y mezcla de géneros literarios, Paco Ignacio Taibo II ha
prologado
para nosotros un libro de poemas de título El
Cuaderno Verde del Che, que no es sino una especie de antología de
poesías
que el mismo Ernesto Guevara transcribió a mano y contiene versos de los
que se
supone eran sus poetas favoritos(1)
En octubre de 1967, fecha de
la
captura del Che en Bolivia, antes de
asesinarlo, los esbirros de la CIA vaciaron su mochila; sólo hallaron
unas
cuantas cosas: 12 rollos de película, unos mapas corregidos con lápices
de
colores, dos agendas, que luego se confirmaría eran su Diario de 1966-67
y un
cuaderno verde al que no le dieron mayor importancia los halcones del
Pentágono.
Paco Ignacio Taibo II consigna que el Diario del Che apareció un día en
Cuba
(luego se supo cómo), desde donde se
hizo una edición millonaria del libro bajo el título “El Diario del Che
en
Bolivia”. A mitad de los 80´s el Diario vuelve
a ser noticia: la famosa casa de remate inglesa Shoteby’s
anuncia que subastaría el Diario con
un monto inicial de 250 mil libras esterlinas.
Pero ¿y el otro cuaderno con
pastas
verdes? Era una libreta de poemas escritos a mano, sólo que esta vez,
los textos
no eran de la autoría de Ernesto Guevara. Eran una serie de poesías de
los poetas favoritos del Che pero sin el nombre de ellos a la cabeza del
poema.
¿Sabía el Che de memoria a quién pertenecía cada poema?
Paco Ignacio Taibo II afirma,
igualmente, que el Che era un lector voraz. “Serán Pablo Neruda, y Las flores del mal de Baudelaire,
curiosamente leído en francés, los inicios de sus amores. A los 15 años
se
encuentra con Verlaine, Antonio Machado. Y paralelamente el
descubrimiento de
Gandhi, que lo emociona profundamente, sus amigos lo recuerdan recitando
a
Neruda, pero también a poetas españoles: ‘Era
mentira/ y mentira convertida en verdad triste,/ que sus pisadas se
oyeron/ en
un Madrid que ya no existe’”. Adelaida March, su compañera,
recordaría: “Leía a todas horas, en cada momento que
tuviera libre, entre una reunión y otra, cuando iba de un lugar a otro”
EL CHE POETA
Quien lee poesía, raramente
escapa de
la tentación de hacer sus propios intentos, ya sea en narrativa o en el
mismo
género poético. El Che no escapó a ello. Pocos son los poemas que de él
se
conocen, como este de 1955 que dice:
“El
mar me llama con su amistosa mano/ mi prado –un continente-/ se
desenrosca suave
e indeleble como una campanada en el crepúsculo”.
En
otro, el Che se refiere a su compromiso revolucionario:
“Y
si en el camino se interpone el hierro/ pedimos un sudario de cubanas
lágrimas/
para que se cubran los guerrilleros huesos/ en el tránsito de la
historia
americana/ Nada más”.
Como él consideraba sus
versos apenas un
pasa-tiempo y desahogo a sus demonios interiores, Guevara nunca publicó
sus
poemas, y cuando alguien lo hizo por él, se enojó seriamente.
LA HECHURA DEL LIBRO
A Paco Ignacio Taibo II, le
llegaron,
sorpresivamente, unas copias de las hojas de aquella carpeta verde. Su
trabajo
no sólo fue prologar el libro, y ya. Consistió en analizar cada poema
contenido
en las fotocopias y poner a cada uno el nombre de su autor. Fue un
trabajo
arduo, en que se combinó conocimiento previo, investigación, deducción y
muchas
noches de desvelo y cansancio. Los poetas incluidos en este libro son
Pablo
Neruda, César Vallejo, Nicolás Guillén y León Felipe.
Taibo II, respetó el orden en
que los
poemas se hallaron en el cuaderno. Para finalizar su Prólogo, el autor
de
novela negra apunta: “Los tres poetas que le sobrevivieron, sin saber
que
acompañaban al Che en su mochila en la última batalla, se despidieron de
él
escribiendo:
Los
que vivimos esta historia
esta
muerte y resurrección de nuestra esperanza enlatada
los
que escogimos el combate
y
vimos crecer las banderas
supimos
que los más callados
fueron
nuestros únicos héroes.
(Pablo Neruda en: Fin del
mundo)
No
porque hayas caído
tu
voz es menos alta
Un
caballo de fuego
sostiene
tu escultura guerrillera
entre
el viento y las nubes de la sierra
(Nicolás Guillén en: Che
comandante)
León Felipe, en el poema que
le dedica
hablando del relincho de Rocinante, el tan querido por el Che caballo
del
Quijote, diría: Siempre fuiste un
condotiero apostólico y evangélico y un niño atleta y valiente que
sabías dar
el salto mortal.
(1) El Cuaderno Verde del Che (Pablo Neruda, León Felipe, Nicolás Guillén, César Vallejo). Prólogo de Paco Ignacio Taibo II, Seix Barral, México, 2007.