Deschamps reelecto en secreto


Se hizo reelegir seis años más por su círculo cercano de incondicionales a sueldo. Todos son carceleros de los petroleros, violentos represores de los trabajadores y usurpadores de la representación sindical a todos los niveles. Son también el principal apoyo de los gobiernos en turno para la privatización de Pemex.

Carlos Romero Deschamps y Enrique Peña Nieto Convención charra
Con 22 años como líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero Deschamps se religió para encabezar otro periodo: hasta 2018 (Gómez C., en La Jornada, p.8, 21 oct 2012)


En una convención ordinaria, el líder petrolero, acusado en 2003 de peculado electoral por mil 500 millones de pesos al facilitar presuntamente dinero del sindicato para la campaña presidencial de Francisco Labastida en 2000 –caso Pemexgate–, fue ungido líder de la agrupación que dirige desde 1996, por el voto unánime de los jefes de las 36 secciones, en una sesión privada en la sede sindical.
Romero Deschamps ha sabido conjugar sus papeles como líder de los trabajadores petroleros e integrante del Congreso de la Unión en las últimas dos décadas, lo que le ha permitido sortear dificultades. Hoy día es senador. También ha tenido que sortear problemas con la disidencia del STPRM, la cual lo ha acusado por el manejo discrecional de los recursos del sindicato.
 
Impunidad probada

En la nota se recuerda las acciones que realizamos hace diez años, así como otros hechos posteriores.
En enero y febrero de 2002, a empujones, huevazos y algunas pedradas, más de 250 trabajadores en activo y jubilados de Petróleos Mexicanos (Pemex) colocaron sellos de clausura en los accesos de la sede del STPRM y se instalaron en plantón permanente, en demanda de que el entonces diputado dimitiera de su cargo de secretario general y entregara un informe pormenorizado del destino de los recursos, bienes inmuebles y empresas propiedad de la organización gremial, así como de los mil cien millones de pesos que obtuvo de la paraestatal en 2000. Presentaron una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) en su contra por despojo,

desviación de recursos sindicales y del erario federal, así como enriquecimiento ilícito. Sin embargo, esa demanda, al igual que otras que se han presentado en su contra han sido archivadas por el Ministerio Público Federal.

La permanencia en el poder del dirigente de filiación priísta contrasta con la situación que vivió el 24 de octubre de 2003, cuando el juzgado tercero de distrito declaró en su contra auto de formal prisión porque había elementos suficientes para actuar penalmente en el primer asunto en el que un dirigente sindical fue acusado de apoyar ilícitamente a un candidato presidencial.
La investigación, sin embargo, no avanzó y en junio de 2006, un tribunal federal ordenó terminar el proceso contra el dirigente petrolero y lo dejó en libertad por falta de elementos. Aunque no fue declarado formalmente inocente, la PGR durante el gobierno de Vicente Fox dejó correr el tiempo sin impugnar la decisión y sin aportar pruebas para intentar procesar al priísta, hasta que el año pasado se decretó formalmente la prescripción de la acusación.

Pese a los señalamientos en su contra, Romero Deschamps no tuvo problema para relacionarse y convivir con los gobiernos panistas de Vicente Fox y de Felipe Calderón.
Cuando su correligionario Enrique Peña Nieto formalizó su candidatura a la Presidencia de la República hubo un encuentro entre ellos, en el que sellaron su alianza con miras a los comicios del pasado 2 de julio.

Simulación de capos
Al mejor estilo de las mafias, la “convención” se realizó en secreto y solo asistieron quienes fueron designados por los capos.
A puerta cerrada, en las instalaciones del sindicato ubicadas en la colonia Guerrero de la delegación Cuauhtémoc, los dirigentes de las 36 secciones y tres delegados adicionales por cada una de ellas votaron unánimemente a favor de la planilla del Nuevo Comité Ejecutivo Nacional, encabezada por Romero Deschamps.

De esta forma 108 integrantes de este gremio, en representación de 140 mil trabajadores que están afiliados al STPRM, decidieron (sic) dar continuidad a la administración que cumplirá 22 años al frente del sindicato petrolero.

Oficialmente se indicó que en la convención petrolera se presentó un informe financiero sobre del sindicato; sin embargo, el contenido del documento no fue hecho público por la dirigencia sindical.
Desde temprana hora, afuera de la sede del STPRM se congregaron supuestos trabajadores de Pemex, provenientes de diversos estados, quienes manifestaron su apoyo a Romero Deschamps y quienes instalaron un templete en el que un grupo musical amenizó la jornada para los que esperaban en la calle la información sobre la relección de su dirigente.
Horas después, con porras y matracas, quienes esperaban afuera del STPRM festejaron a la distancia la releción de su dirigente.

Delincuentes en el poder


Ni Romero ni Aldana han sido nunca petroleros, no han trabajado en la industria ni la conocen. Pero eso no es problema, van ya para 3 décadas al frente del sindicato petrolero.
Sus fechorías son impunes. Supuestamente, fueron “electos” por los delegados, designados nunca electos, asistentes a la convención secreta. Supuestamente, “rindieron cuentas” a los mismos que “asistieron” a nombre de los trabajadores.

La corrupción estatal no tiene límites; el cinismo tampoco. Como siguiente paso, la STPS le otorgará la Toma de Nota a esa farsa. Esa es la “transparencia sindical” que el Estado, gobierno, partidos y sus medios publicitan. Por adelantado, Deschamps y compinches le cobran el apoyo a Peña Nieto. A éste le saldrá barato.

Romero y demás charros petroleros han sido el principal apoyo de Fox y Calderón para destruir a Pemex; lo mismo será con Peña en su afán privatizador. Los charros para eso están, para traicionar a México.

Frente de Trabajadores de la Energía, de México