Los trabajadores académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia están en lucha por la defensa de las zonas arqueológicas y en contra de su destrucción y utilización comercial. También critican la gestión administrativa en turno. El FTE de México apoya al movimiento.
Toman Museo de Antropología
Así lo informó la prensa mexicana: Los académicos sindicalizados del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomaron este martes la entrada y el vestíbulo del Museo Nacional de Antropología y no lo entregarán, dijeron, hasta ser recibidos por el titular de la Secretaría de Educación Pública, José Angel Córdova Villalobos (Jiménez A., en La Jornada, 25 jul 2012).
Los inconformes demandan se frene la destrucción, mediante proyectos de turismo de espectáculo y obras inadecuadas, de varias zonas arqueológicas y edificios históricos, como en Tzintzuntzan, Michoacán, o el Fuerte de Guadalupe, Puebla, además de su utilización como objetos de lucro y negocio, en detrimento de la investigación, conservación y conocimiento ciudadano de ese patrimonio.
También, los académicos –profesores, investigadores, arqueólogos, restauradores, arquitectos e historiadores, entre otros– exigen la revisión del ejercicio presupuestal del INAH, dirigido por Alfonso de María y Campos, durante el periodo 2007-2012, así como el no respeto de la legislación propia, por ejemplo las leyes de Bienes Nacionales, Orgánica del instituto y la federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Al respecto mencionaron ejemplos como el crecimiento de una burocracia desmedida, a la que llamaron un INAH paralelo, que ha sido instalada en el edificio Aristos de la avenida Insurgentes y es sancionada por el Manual General de Organización, así como la no aplicación adecuada de recursos etiquetados, que debieron invertirse en la compra de terrenos de zonas arqueológicas, como Chichén Itzá, Cacaxtla, Monte Albán y Tzintzuntzan.
El museo fue tomado alrededor de las 8:30 de la mañana sin resistencia del cuerpo de vigilancia, se bloqueó la taquilla y se dejó pasar gratis al público –entre ellos varios grupos de niños de primaria–. También se montó la exposición En defensa del INAH y de los bienes arqueológicos e históricos de la nación, con fotografías ampliadas sobre distintos casos de afectación.
Entre estos se encuentran la colocación de un techo y la construcción de un segundo piso para una cafetería en los fuertes de Guadalupe y Loreto, en Puebla; la construcción de un nuevo museo sobre una plataforma prehispánica, para lo cual fue destruida, en Tzintzuntzan, Michoacán; y la demolición de seis inmuebles históricos en Hidalgo del Parral, Chihuahua.
Otros sitios afectados por proyectos y obras de las propias autoridades del INAH y documentados en la exposición son el fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz; el Acueducto del Padre Tembleque, en Hidalgo; la presa El Zapotillo, en Temacapulín, Jalisco; el Templo de San Fernando, en Guaymas, Sonora; dos conventos de los siglos XVI y XVIII, en la Mixteca oaxaqueña; y la Alameda Central, en la ciudad de México.
Programa de cinco puntos
Los académicos sindicalizados del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que tomaron el Museo Nacional de Antropología, dieron a conocer un documento de cinco puntos que piden sea firmado por el titular de la Secretaría de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos (Jiménez A., en La Jornada, 27 julio 2012).
Entre los puntos se encuentran la necesidad de un manejo transparente del presupuesto y las asignaciones; acordar que no se hagan espectáculos cívico-culturales en zonas arqueológicas, basados en la Ley de Bienes Nacionales, pues ningún inmueble puede ser concesionado o dado en permiso.
También: no dar prioridad a la construcción de museos en esos lugares prehispánicos, que son museos en sí mismos, ya que el visitante lo que necesita es una explicación clara del lugar; y que se respete lo que los arquitectos han establecido como marco de referencia institucional para la acción en monumentos y zonas de monumentos arqueológicos e históricos.
Respecto de la transparencia en el manejo de los recursos, el historiador Felipe Echenique, secretario general del sindicato de académicos, dijo que se deben exhibir las cuentas de cómo se hace el planteamiento del proyecto institucional para los recursos que se le asignan cada año al INAH, dirigido por Alfonso de María y Campos.
De igual modo, agregó, se debe saber en qué áreas de la investigación, conservación, restauración y difusión realmente se ocupan esos recursos y quiénes autorizan los proyectos, todo ello en consenso con los trabajadores.
Muchos proyectos son ocurrencias del director general, de Nelly Robles, coordinadora nacional de Arqueología, o de quienes ocupan las coordinaciones, comentó Echenique.
Y como ejemplos entre muchos casos mencionó la destrucción de las zonas arqueológicas de Tzintzuntzan, Michoacán, o de Atzompa, esta última en Montealbán, así como las irregularidades para la construcción de una tienda Soriana en el área de monumentos históricos de Huamantla.
Llegarían a una huelga de hambre
Durante la inauguración de la exposición Samurái: tesoros de Japón, en el Museo Nacional de Antropología, profesores- investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se manifestaron de manera pacífica con la finalidad de reiterar su demanda de ser recibidos por el titular de la Secretaría de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos (Paul C., en La Jornada, 28 jul 2012).
El interés de los inconformes por reunirse con el funcionario federal fue para tratar, en conjunto con las autoridades, asuntos graves y delicados que aquejan al INAH, como la destrucción, las afectaciones y la tergiversación a las que son sometidos museos nacionales, zonas y monumentos arqueológicos e históricos.
De ser necesario, manifestó el historiador Felipe Echenique March, secretario general de la sección sindical de académicos del instituto, estamos dispuestos a llegar a la huelga de hambre.
Defensa del patrimonio cultural
La lucha de los trabajadores académicos del INAH es loable, justa y necesaria en defensa del patrimonio arqueológico de la nación. Los sindicalizados han seňalado:
“Queremos ordenar al INAH, que es lo que no ha hecho De María y Campos. Lo que ha hecho es desregular este INAH institucional para sembrar su INAH administrativo y de explotación comercial. Se debe respetar la ley, porque no estamos para interpretarla sino qué permite hacer”.
Lo que dicen es cierto y lesivo a la nación. Agregaron:
“Nunca se había atentado de modo tan agresivo contra ese patrimonio ni contra el
instituto y sus funciones sustantivas (investigación, docencia, conservación y difusión) como en la gestión de Alfonso de María y Campos.
También han dicho:
“No pedimos algo imposible. Lo que solicitamos es muy simple: que el titular de la SEP suscriba que hay un apego absoluto a las leyes Orgánica de nuestra institución, de Bienes Nacionales, y sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”.
En efecto, lo que se pide es muy sensato, de hecho muy simple. Pero, los gobernantes en turno tienen otra óptica, antinacional y absurda. El FTE de México; que siempre se ha solidarizado con las luchas en defensa de las zonas arqueológicas, expresa su apoyo a los trabajadores y académicos del INAH.
Consideramos que es importante desarrollar el movimiento, extenderlo y consolidarlo, SIN necesidad de hacer NINGUNA huelga de hambre. Esta NO es una medida proletaria y tiene la característica de NO organizar NI movilizar, además NO educa.
Las demandas de los trabajadores del INAH son correctas. El gobierno en turno debe atenderlas. Pero, ante todo, el pueblo de México en lucha debemos defender, junto con los trabajadores, el grandioso patrimonio arqueológico e histórico de México. Llamamos al pueblo mexicano a solidarizarse con este movimiento.