La Sierra Madre de Chiapas, fuente de agua y vida, se enfrenta a una nueva amenaza, más grande y temeraria. Sus efectos podrían ser letales
La cordillera central es el único lugar del país que alberga tres Reservas de la Biosfera y otras tantas zonas de conservación ecológica.
En menos de dos años ha habido una transformación considerable del paisaje con la subsecuente eliminación de los servicios ambientales.
Organizaciones con intereses conservacionistas en la zona se alían para protegerla.
La Sierra Madre de Chiapas es uno de los pulmones más importantes del estado, y junto con la Selva lacandona constituyen la reserva más rica de México y de las más importantes del mundo en biodiversidad: abarca desde delicados bosques de niebla hasta los humedales costeros del pacífico. Pero a pesar de su grandeza, es frágil y ¡está amenazada!
Sus majestuosos cerros son captadores de cantidades inmensas de lluvia, fuente de vida y de importantes servicios: contribuyen a regular el clima, previenen la erosión de los suelos, reducen la emisión de gases de efecto invernadero y, muy importante para la población local, reducen los riesgos por deslaves e inundaciones. La conexión entre los bosques de alta montaña y los mantos subterráneos de los ecosistemas costeros es la que nos provee, a través de los ríos, del ingrediente más importante de la vida: el agua.
Por esas razones, un gran número de empresas e industrias líderes en la economía, instituciones cabales, organizaciones internacionales y de la sociedad civil, comunidades y cooperativas de productores del campo, se han incorporado a la gran labor de conservar viva nuestra cordillera central. Como en ningún otro lugar, en la Sierra Madre de Chiapas se ubican tres Reservas de la Biosfera: El Triunfo, La Sepultura y el Volcán Tacaná; un área de protección de los recursos naturales: La Frailescana; una zona de conservación ecológica estatal: Pico de Loro-Paxtal; y en la zona costera está otra Reserva Mundial de la Biosfera: La Encrucijada. Estas reservas conforman un sistema biológico imprescindible. Conservar la Sierra Madre es indispensable para el tesoro verde que es Chiapas.
La región enfrenta efectos del cambio climático como el incremento de la temperatura, la alteración de la temporalidad de lluvias y la intensificación de los ciclones tropicales. Pero además de estos problemas, actualmente una nueva amenaza, más temeraria, más devastadora, acecha a la imponente cordillera: la minería a cielo abierto. La amenaza latente tiene un objetivo urgente: extraer los minerales de las entrañas de la sierra hasta acabar con los recursos naturales. Las mineras trabajan de prisa y sin descanso. En poco tiempo se padece la transformación irreversible del paisaje, la eliminación de los servicios ambientales y se elevan los riesgos de salud y seguridad alimentaria de la población cercana.
Datos del Servicio Geológico Mexicano demuestran que existe una gran cantidad de concesiones mineras dentro de la Sierra Madre de Chiapas y la zona costera. Algunas están incluso dentro de áreas naturales protegidas y otras en sitios prioritarios que conectan las partes altas de la sierra con los ecosistemas costeros. El número de concesiones crece aceleradamente en los municipios de Acacoyagua, Acapetahua y Escuintla. El escenario es aún peor. Las comunidades de Pijijiapan y Mapastepec alertan sobre nuevas concesiones en estos municipios.
Ante el peligro y con el fin de proteger los servicios ambientales de la zona se ha formado la Alianza Sierra Madre. Con los esfuerzos de cada integrante de la alianza, se ha documentado información preliminar que arroja las siguientes evidencias:
- Existen minas en plena operación, se identifican fosas anchas y profundas en un paisaje totalmente desolado, desnudo y sin ningún organismo vivo.
- Hay afectaciones directas sobre el relieve, la vegetación y el paso de fauna, así como contaminación con minerales a los afluentes del subsuelo.
De continuar estas actividades, los efectos son irreversibles. Por esa razón es prioritario que todos los actores asuman un papel responsable y en beneficios de los intereses colectivos y no a favor de los grandes capitales.