Abengoa, grupo español de ingeniería y energía, construirá la central de ciclo combinado y 640 Mw de capacidad instalada en Yecapixtla, Morelos. Pero los poseedores de los terrenos se oponen. La central será operada por una transnacional que le venderá la energía generada a la CFE. Antes, ésta le hace todas las gestiones, incluyendo el abasto de gas natural, favoreciendo la privatización furtiva.
Bloqueo en la Huesca
El 16 de mayo, habitantes de la Huesca, municipio de Yecapixtla, Morelos, bloquearon con piedras y palos los terrenos donde se construye una central termoeléctrica. Se publicó que la central es construida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en realidad es por una transnacional española.
“Los vecinos exigen que se cancele esa planta porque el pueblo no la ha autorizado y temen que provoque un incendio o afecte sus tierras de cultivo y acabe con la poca agua para consumo doméstico” (Morelos, en La Jornada, 17 mayo 2012).
“Los campesinos acordaron cerrar todos los dos accesos a los terrenos (45 hectáreas que antes ocupaba una aeropista privada) hasta que la CFE y las autoridades involucradas acudan a informar qué obras realizan y presenten permisos y estudios de impacto ambiental”.
“A las 5:30 horas los pobladores bloquearon la entrada al poblado de Huexca con piedras, palos y algunas camionetas de carga. Sólo se restringió el paso a trabajadores y
camiones de la CFE y de la empresa española Abengoa SA, que edifica la planta”.
“Las autoridades y la CFE se niegan a escucharnos. No estamos de acuerdo con que se haga esta termoeléctrica porque pone en riesgo nuestras vidas; va a acabar con nuestro medio ambiente, con nuestra agua, que es poca, y con nuestras tierras. Además, tememos que haya una explosión”, dijo Mayra Castillo.
“Los inconformes recibieron apoyo de habitantes de Amilcingo, municipio de Temoac; Jantetelco, Amayuca y Los Limones, quienes reforzaron el bloqueo”.
A principios de abril los manifestantes también rechazaron el gasoducto Morelos, que la CFE pretende construir por conducto de la empresa Elecnor SA de CV, a fin de abastecer de gas natural a la planta termoeléctrica.
Será central privada
La construcción de la central termoeléctrica en cuestión NO la hace la CFE sino una transnacional. Los trabajadores tampoco son de la CFE sino contratistas de Abengoa. La central producirá energía eléctrica para la CFE pero ésta NO la generará. Será una transnacional la que genere la energía, misma que venderá a la CFE mediante un contrato a 25 años prorrogables.
La generación se hará en la modalidad de Productor Independiente de Energía (PIE), a cargo EXCLUSIVAMENTE de transnacionales y sus filiales, mediante permisos privados otorgados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
La CRE no ha informado oficialmente del permiso pero es obvio que ya lo otorgó. La transnacional española construirá una central termoeléctrica del tipo ciclo combinado a base de gas natural, que será operada por una transnacional NO por la CFE.
Como en otras ocasiones, la CFE se encarga de dar la cara por las transnacionales, gestionarles los permisos, arreglarles los papeles, engañar a los poseedores de los terrenos, comprarles la energía generada y, por si algo faltare, abastecerlas con gas natural seguro y barato. Es indignate.
Las funciones constitucionales de la CFE son, entre otras, GENERAR energía eléctrica para satisfacer las necesidades de la nación. Pero ha dejado de hacerlo para privatizar las funciones constitucionalmente estratégicas. Con el nuevo proyecto eléctrico, la privatización eléctrica furtiva rebasará el 50% de la capacidad de generación eléctrica total a nivel nacional.
En cualquier caso los poseedores de las tierras no solo deben ser escuchados sino debidamente informados e indemnizados otorgándoles el elemental derecho a la consulta. Desgraciadamente, ni el gobierno local ni el federal dirán que se trata de un proyecto para incrementar la privatización eléctrica.
He allí lo más importante. La oposición no debiera hacerse por el riesgo de “una explosión”, que no sería el caso, ni siquiera por razones económicas o ambientales, sino porque se trata de seguir entregando el patrimonio colectivo de la nación en materia energética al capital transnacional.