DESPEDIDA a GUILLERMO FERNANDEZ

AMIGOS

Despediremos al poeta, traductor, maestro, amigo
 Guillermo Fernández
(2 de octubre de 1932; Guadalajara, Jalisco-29 de marzo de 2012; Toluca, Estado de México)

2 de Abril a partir
de las 22 hrs. en el ex Centro Regional de Cultura de Toluca (Pedro Ascencio entre Hidalgo y Nigromante).

3 de Abril 2012
A las 13:00 hs lo acompañaremos al Panteón Municipal de Toluca (Heriberto Enríquez, camino a San Felipe Tlalmimilolpan).




 HASTA SIEMPRE, GUILLERMO, POETA
por Pedro Salvador Ale

Mientras este mundo envilecido por el poder, la avaricia, la deshumanización, se hace cada vez más oscuro en sus deslumbramientos efímeros, sucede que los poetas se van de gira, pero no hacia la muerte que sólo existe cuando hay olvido. Es el caso de nuestro hermano en la poesía, Guillermo Fernández, quien partió este 31 de marzo hacia otras dimensiones. No se fue ...porque no le gustara esta realidad o esta vida a la que se entregaba con fruición y con fervor, sino que le arrebataron el aliento, la voz, pero no la palabra que dejó escrita en toda su existencia y también en la memoria de los que lo conocimos.

No tan sólo los poetas estamos cansados del estupor y de la estulticia, la gente no encuentra refugio ni siquiera en su propia casa, ante la violencia que ya es el pan de cada día, pero un pan remojado con sangre.
Guillermo Fernández, el poeta, traductor y maestro, irrenunciable por vocación, mantuvo constante, aunque con largos periodos de silencio, un notable nivel creativo, valorado como parte de la cultura nacional, no tan sólo en las traducciones, sino en su obra poética, que es un viaje del lenguaje hacia su intimidad: las pérdidas y las nostalgias, la desdicha y la desolación, como también la ironía: “No mi amor: cuando te dije que me gustaría despertar junto a ti en una mañana eterna, jamás dije que deseaba despertar junto a ti todas las mañanas.”

Poeta de largas conversaciones y anécdotas italianas, que fue testigo de ese paso de un México natural, fresco y colorido, hacia la industrialización y la decadencia de una poesía que abrevaba en la tradición estética y rigurosa de los Contemporáneos, y que llegó en nuestros días a convertirse -salvo honrosas excepciones- en una escritura académica, enumerativa, cronicada, simple, sin profundidad, a la que se le veían las costuras, y lógicamente sin esa irradiación que tiene la auténtica poesía, pensamiento que compartíamos en cada ocasión que dialogábamos.

A veces salen tumores en la garganta, para que eso no suceda los poetas seguirán cantando, como lo hizo Guillermo Fernández y también, Leonard Cohen: “Estamos solos / hasta que cambien los tiempos/y todos aquellos que han sido traicionados/regresen como peregrinos a este momento/ en que nos negamos a darnos por vencidos/ y a llamar poesía a la oscuridad.”