Brenda Rodríguez Herrera, integrante de la
Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA,
DF), aseguró ayer estar sorprendida de que Colima siendo un estado tan
pequeño presente todos los problemas del agua, como escasez,
contaminación y mala calidad ** Los informó dentro de las actividades
que se realizan en el Museo Fernando del Paso
Gabriela Flores
Rodríguez Herrera, quien por la tarde dictó su ponencia, “Iztapalapa, la vigilia de las mujeres por el agua” en el Museo Universitario Fernando del Paso, vino a la capital para participar en la Jornada por el derecho al agua, que se realiza en ese espacio cultural, gracias a la coordinación entre organizaciones no gubernamentales como Yolotlali, mujeres en defensa de la tierra, Bios Iguana, el propio museo, entre otras.
Expuso que sobre todo, el tema de la minería en Colima de verdad la dejó muy sorprendida, pues si es una actividad económica que si bien es cierto, dura dos minutos o dos horas o dos años o 20, pero “los impactos son de por vida para el medio ambiente y para la sociedad”.
Es por ello que le llamó mucho la atención que en Colima se dé tanto esta actividad, porque si bien el problema de la escases de agua se puede solucionar con captación de agua de lluvia: “La contaminación que produce la actividad minera es muy fuerte en términos de la calidad del agua, en términos de lo que implica para las mujeres ir y gestionarla ir y mejorarla, pero también en términos de la salud”.
A decir de la ponente, entre los participantes del taller –que se desarrolló durante la mañana de este lunes 12-, hubo quienes dijeron que hay muchos embarazos prematuros, abortos y un alto índice de cáncer, sobre todo para las mujeres.
“Y siendo las mujeres quienes están llevando una relación más estrecha con el agua, son las que están llevando la carga más pesada en términos de los impactos que se generan por la contaminación que produce la minería”.
Y sugiere que ante estas problemáticas señaladas por los participantes, los ambientalistas de la entidad, tienen un gran reto para hacer que la gente se sensibilice, se organice y luche en defensas de sus recursos naturales, como del agua y el medio ambiente y que a la vez evite que se sigan haciendo proyectos turísticos donde desalojan a las personas.
Pero dijo que por otro lado, se va contenta, porque hay compañeras que como ella buscan hacer cosas por esos derechos y espera que no pierden la esperanza de seguir haciéndolo.
“Otro gran reto es pensar que la solución no está en el gobierno sino desde nosotros como ciudadanas y ciudadanos, la exigencia de defender nuestros recursos naturales y pensar que nosotras también podemos exigir que no hagan ciertos proyectos”.
Y refirió que en otros estados hay resistencias, en contra de la minería o las presas, no porque se opongan al desarrollo, sino porque quieren que se respeten sus recursos naturales para una mejor calidad de vida y no estar padeciendo los problemas de agua dentro de algunos años.
Sin embargo, sugiere que para poder hacer esa defensa, es fundamental que la ciudadanía se organice y lo haga desde un ejercicio de derechos: “Como pensando que también somos sujetas, actores claves de cómo queremos vivir y en qué condiciones de nuestro medio ambiente”.
Por último, compartió que quienes asistieron al taller señalaban que antes Colima era un paraíso y que ahora yo es así, y por ello cree que la gente debe empezarse a interesar por saber cómo está Colima en esa situación y acercarse a organizaciones que se preocupan y hacen cosas al respecto.
En la ponencia de la tarde, Brenda Rodríguez compartió cómo son las mujeres de Iztapalapa, en el DF, las que más padecen el problema de la escases, mismo que se deriva en otros más; pero es también éste genero, quien ha dado muestras de lo que puede ayudar el organizarse.