El banco Santander y el desarrollador eólico Renovalia Energía, ambos españoles, insisten en seguir despojando a la nación mexicana de la tierra y el viento, mediante permisos privados de generación eléctrica en la modalidad de falso “autoabastecimiento”.
Españoles privatizadores furtivos
Banco Santander acordó invertir en el proyecto eólico de Piedra Larga II, en Oaxaca, por lo que proveerá 80 por ciento del capital requerido para su desarrollo y conclusión, que representa un importe de 65 millones de dólares. El proyecto tendrá la capacidad de generar 137.5 megavatios (MW) (en La Jornada, 31 ene 2012).
“Por medio del primer esquema de capital puente del proyecto (project bridge equity), Santander Capital Structuring (SCS), entidad a cargo de las inversiones de capital en proyectos de energía renovable, eficiencia energética y cambio climático del banco, se ha comprometido a proveer 80 por ciento del capital necesario en este proyecto de generación de energía eléctrica que según los planes se pondrá en marcha para 2013”.
“El proyecto de Renovalia de Energía, el desarrollador español de infraestructura de energía renovable, tendrá una capacidad de generación de 137.5 (MW) y se construirá bajo el esquema de autoabastecimiento de energía eléctrica”.
“Como parte del esquema, Renovalia de Energía tiene una opción de recompra de la parte de Santander a un precio pactado”.
“Renovalia dijo que esta transacción destaca el compromiso permanente de Renovalia para el desarrollo de proyectos eólicos en
México, además de que esta operación permitirá a la empresa acelerar su propio desarrollo”.
Falso permiso de “autoabastecimiento”
Con anterioridad, Santander anunció que invertirá el 100 por ciento del capital requerido para el desarrollo de 4 parques eólicos de SoWiTec, desarrollador eólico alemán. Estos parques se ubicarán en Nuevo León, San Luis Potosí y dos en Coahuila, con una capacidad conjunta de entre 650 y 850 MW.
Actualmente, Desarrollos Eólicos, S.A. de C.V, (Demex), filial de Renovalia, construye en el poblado ubicado a 20 km. de Juchitán, Oaxaca, el parque eólico Piedra Larga (PEPL). En ese lugar, la transnacional española enfrenta un serio conflicto con los comuneros debido al atraco que ha realizado con sus tierras. Mediante engaños les rentó las tierras a cambio de migajas. Ahora, los legítimos poseedores quieren cancelar el contrato de renta pero la transnacional española se niega. Los comuneros se han vuelto extraños en su propia tierra y enfrentan la violencia de los españoles.
En todos los casos, el español banco Santander y la transnacional española Renovalia intervienen en la privatización eléctrica furtiva de manera ilegal, a través de un permiso privado anticonstitucional otorgado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Se trata de un permiso privado en la modalidad de “Autoabastecimiento”, mismo que es falso porque no es un proyecto es para el autoabastecimiento sino, simplemente, para el ABASTECIMIENTO de clientes privados. Le llaman autoabastecimiento “remoto” porque, utilizando las redes eléctricas nacionales, de transmisión y distribución, la energía generada en Oaxaca se entrega en lugares remotos, en cualquier parte del país.
Es mentira que a los banqueros y generadores eléctricos españoles les interese la “eficiencia energética” o el “cambio climático”. Lo que les importa es la ganancia y el lucro, en este caso, con las fuentes renovables de energía como el viento.
Tan es así, que lo primero que hacen es apoderarse de las tierras y, luego, del viento. Tierra y viento las hacen de su propiedad privada sin que les cueste prácticamente nada. A continuación, se benefician del negocio mediante contratos de suministro eléctrico con sus clientes. Tal es el caso de Bimbo, Wal-Mart y otros.
Esos nuevos clientes tienen varios permisos privados de generación, momentáneamente fuera de operación. Se trata de pequeños permisos de generación a base de diesel, que serán cambiados por otros de mayor capacidad a base del viento, que han encargado a transnacionales.
De esta manera, mediante el atraco y la violencia, el Istmo de Tehuantepec está convertido en un territorio invadido por transnacionales españolas. Siendo tan atractivo el negocio, la pretensión es extenderse por todas partes del país. La llamada energía verde está “envenenada” en manos de las corporaciones imperialistas. Los españoles creen que México sigue siendo la Nueva España y que, en consecuencia, tienen derecho al saqueo, humillación y represión de poblaciones enteras.
Frente de Trabajadores de la Energía de México