Peña Ofrece al País Seguridad Cuando el Sur
Mexiquense es Presa del Crimen Organizado
+ La retórica de las propuestas se desfonda ante la lacerante realidad que actualmente viven varias regiones de la entidad: están a merced
De toda suerte de delincuentes.
+ Inseguridad, pobreza, corrupción y apatía de su gobierno estatal, látigos que han lacerado profundamente el ánimo de los mexiquenses, dijeron diputados de la oposición.
Mientras el gobernador Enrique Peña Nieto decía ayer en su mensaje con motivo de haber presentado su último informe de gobiernos que: “es necesario que recuperemos a México como un lugar seguro” decenas de miles de mexiquense de la región sur y suroeste de la entidad viven apanicados por los diversos cárteles del crimen organizado, que durante sus seis años de gobierno se asentaron, sin que se hayan visto acciones de su administración para frenar y erradicar la serie de ilícitos que hicieron que la región sea ahora uno de los lugares más inseguros de la entidad, como inseguros son todos los municipios de la zona conurbada al Distrito Federal y la misma capital del Estado. En todos estos lugares a diario se suscitan balaceras, ejecuciones, levantones de personas, extorsiones y toda suerte de robos. El pueblo mexiquense fue puesto durante el gobierno de Peña Nieto a merced de la delincuencia.
Es por ello que diputados del PAN, Convergencia y PT señalaron ayer, tardíamente y, al hacer su posicionamiento con relación al gobierno estatal, que la administración de Enrique Peña Nieto se caracterizó por la inseguridad y la pobreza.
El diputado por Convergencia, Juan Ignacio Samperio, sostuvo que algunas de las acciones pendientes del Gobierno que encabeza Peña Nieto en Edomex son la inseguridad y la pobreza.
El diputado de Convergencia, Juan Ignacio Samperio, dijo que en el último año aumentó el robo de vehículos en la entidad.
Por su parte el legislador del Partido del Trabajo, Carlos Sánchez, destacó los elevados índices de inseguridad que se vienen en la entidad, en hizo referencia a los asesinatos de los alcaldes de Ixtapan de la Sal y Zacualpan. Este último desde principios de año acudió al gobierno estatal para pedir vigilancia y protección, la cual se la negaron, dando como resultado que hace unas semanas haya sido levantado y ejecutado.
La pérdida de dos alcaldes, dijo el legislador petista, sólo mostró que en el Estado de México no sirvió la estrategia de seguridad, que con bombo y platillo pregonó el mismo gobernador y los funcionarios responsables de la paz y tranquilidad, asi como de la procuración de justicia.
Por su parte, el panista David Domínguez fue enfático en reiterar la actual administración, la concluyente de Peña Nieto, se ha caracterizado por la galopante corrupción e inseguridad padecida por todos.
El panista recordó que el Estado de México tiene un índice de corrupción de 18.8 por ciento casi el doble de la media nacional y ocupa el nada honroso primer lugar en todo el país.
De igual forma, trajo a colación que la entidad es la que ocupa el primer lugar de robo a mano armada; mientras que la situación de los feminicidios no ha sido resuelto en la entidad y va a la alza.
Mientras tanto el gobernador, en el Teatro Morelos soltaba su propuesta, misma que no se aplicó, es más ni siquiera se concibió para la entidad en seis largos años de gobierno: “requerimos un nuevo rumbo y visión para el país.
Ninguna transformación –agregó- será posible si antes no tenemos claro o no tenemos claridad sobre qué queremos para el futuro.
Para el Estado de México ni retorica, muchos menos programática o accionariamente hubo una transformación de beneficio y bienestar tangibles para su sociedad.
Por ello, tenemos que fomentar en México el sentido de dirección, de pertenencia, de identidad y orgullo.
La dirección que él tomo durante estos seis años estuvo clara para todos los mexiquense, Los Pinos. El gobernador trabajó por ello y para ello, no importando que en ello los mexiquenses tuvieran otros seis años perdidos, como sucedió –dicen los analistas- con Montiel, Con Del Mazo, o como con Chuayffet.
En otra parte del mensaje el mandatario mexiquense sostuvo que la democracia mexicana no es insipiente, sino sólida por sus Instituciones y la participación ciudadana. Nos hace falta ahora transitar de una democracia exclusivamente electoral a una democracia de resultados; a un régimen, que logre generar acuerdos y promueva el buen funcionamiento de las Instituciones.
La mejor oferta política no es la que condena el pasado (la preeminencia del borrón y cuenta nueva), sino la que ve hacia adelante y nos convoca a todos a enfrentar los problemas, aquella que mantiene lo que funciona y cambia lo que debe mejorar.
En una clara respuesta a lo que ha venido planteando el senador Beltrones, en el sentido de que los priístas deben definir un proyecto real de nación para después volver a Los Pinos, Peña Nieto pontificó: ¡Que no haya confusiones: México tiene un claro proyecto que está contenido en su Constitución Política. Lo que hace falta es un Estado eficaz que lo haga realidad, que lo lleve a la práctica, a la vida cotidiana de todos los mexicanos.
Hasta donde se sabe el sonorense se refiere a proyecto precisamente todo el estamento para hacer estado eficaz, en la inteligencia de que por estado se entiende Pueblo, gobierno, instituciones y territorio.
Las transformaciones que anhelan los pueblos –siguió diciendo Pela Nieto- sólo se alcanzan con liderazgo y Gobiernos que actúan con eficacia. México sabe que debe y puede transformarse. El rumbo está definido: garantizar a todos los mexicanos el goce real de los derechos que la Constitución les reconoce.
Hagamos –dijo, olvidándose o soslayando lo que actualmente está viviendo el sur del estado- efectiva la seguridad que demandan las familias para vivir con libertad, con tranquilidad y sin miedo.
La semana pasado más de cien mil mexiquenses de esa región fueron presas del pánico cuando elementos de los grupos delictivos tranquilamente recorr4ieron todas las poblaciones para advertir a sus habitantes que si oían disparos se encerraran en sus casas, para no ser victimas de las balas perdida, ya que se esperaba -decían- un enfrentamiento con grupos del llamado cártel de Los Caballeros Templarios. Como consecuencia de ello se suspendieron clases en todas las poblaciones comprendidas en el territorio que va de Valle de Bravo hasta Zumpahuacán. Cientos de familias emigraron a otros puntos de la entidad y a la capital de la República para tener cuando menos unos días en paz. En tanto que el que ahora habla de otorgar la seguridad efectiva que demandan las familias para vivir con libertad, con tranquilidad y sin miedo, no fue capaz de mover la fuerza publica para garantizar la tranquilidad de la región, misma que hasta ayer permanecía prácticamente paralizada, porque nadie le da garantías de seguridad.
Logremos –continuó diciendo el mandatario mexiquense- una justicia pronta y expedita, para hacer valer nuestros derechos, resarcir a las víctimas y castigar la ilegalidad.
Eso, por supuesto es una propuesta u ofrecimiento para el futuro, ofrecimiento que no puso o no quiso dar a los mexiquense en seis años de gobierno.
Y ya entrado en el tema de la seguridad, habló de la seguridad social, la cual dijo que debemos alcanzar, para que todo mexicanos tengan acceso a la salud y a una jubilación digna.
Siguiendo con su proyecto de nación, ya que en el estado fue muy modesto lo que hizo, le gobernador mexiquense postuló: “Hagamos una Revolución Educativa, para que la enseñanza llegue a todos los mexicanos, sea de excelencia y se convierta en un instrumento de igualdad social”. Logremos nuevas hazañas culturales, para reafirmar nuestra identidad, revalorar lo mexicano y comunicarlo al mundo.
Impulsemos más inversión en ciencia y tecnología, para insertarnos en la sociedad del conocimiento y lograr que los jóvenes sean competitivos en la era global.
Garanticemos la nutrición a los mexicanos. Fortalezcamos nuestra soberanía alimentaria, para ser menos vulnerables frente al exterior.
Promovamos un campo moderno, rentable y sustentable, que eleve la productividad y calidad de vida de quienes lo trabajan.
Generemos una nueva cultura ambiental, para asegurar un desarrollo sustentable, cuidar del agua y utilizar energías alternativas.
Hagamos del crecimiento económico, elevado y sostenido, la gran prioridad de la política económica de México, para que cada persona pueda cristalizar sus sueños y vivir su propia historia de éxito.
Fomentemos la competencia económica, para igualar oportunidades, alentar el espíritu emprendedor y liberar la capacidad innovadora de los mexicanos.
En pocas palabras, necesitamos un Estado eficaz, que al resolver las necesidades de nuestra gente, proyecte a México como la gran potencia que puede y merece ser.
El atlacomulca, que concluirá su periodo gubernamental el 16 de septiembre y a quien las encuestas ubican como favorito en la carrera por la primerísima silla del país, dijo ser parte de una nueva generación de mexicanos que no se resignan, “sino que saben y quieren demostrar que sí se puede” y que desean asumir el reto de transformar al país.
A escuchar a Peña vinieron 16 gobernadores 15 de ellos priístas, y el perredista, Ángel Aguirre Rivero. También personalidades como la controvertida Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE); estando igualmente presente el coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones.
Ante ellos y todos los que llenaron el Teatro Morelos, Peña Nieto postuló que esta nueva generación tiene el enorme reto de acabar con el miedo y renovar la esperanza entre los mexicanos. No especificó si acabar con el miedo es acostumbrarse a la inseguridad, a las extorsiones y a los asesinatos, o combatiéndolo
También estuvo quien será su sucesor, Eruviel Ávila Villegas y sus antecesores César Camacho, Alfredo del Mazo, Alfredo Baranda, Ignacio Pichardo y Emilio Chuayffet, el ausente, como siempre, fue Arturo Montiel Rojas.
Al acto acudieron el presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, el panista Diego Fernández de Ceballos, asi como diputados locales y federales de extracción priísta, por supuesto.