13 de Septiembre del 2010
NUMERO 134 MEXICO
NOTAS REBELDES ANTE EL BICENTENARIO.
Mientras los malos gobiernos han hecho un gigantesco negocio con el llamado Bicentenario, el movimiento social mexicano muestra una extrema debilidad y desunión.
Felipe Calderon con su espectaculo australiano de luces y con su desfile de carros alegoricos dice que sólo se gastara 2,700 millones de pesos. Peña Nieto ha inaugurado
su carretera de segundo piso, construida por la empresa de moda, la española OHL y en Guanajuato el gobernador Oliva se ufana de su Disneylandia patriotica: un centro de diversiones
construido por el rumbo de Silao con una inversión de casi 600 millones de pesos, lo mismo hicieron los gobernantes panistas allá por Queretaro.
La derecha hace negocio de las Guerras de Independencia y de la Revolución y las banaliza a través de telenovelas. Mientras la mayoría de los mexicanos se apresta a chupar tequila y chelas,
a comerse su pozolito, a desempolvar discos de Jose Alfredo Jimenez para conmemorar fechas que ya han perdido su significado. La Corregidora, quién chingaos será? ¿ El Pípila? habrá existido?
¿Como se llamaba ese que traía un paliacate en la cabeza?....... Quién sabe, mejor echese otra y dejese de pendejadas, compadrito.
¿Que festejamos?, un país desgarrado por una guerra que ya ha cobrado más de 29,000 muertos. Un país empobrecido, con los mineros de Cananea apaleados; con decenas de miles de
electricistas en el desempleo; con casi 8 millones de jovenes que no pueden ni estudiar ni trabajar. Festejamos a un México en manos de los gringos y de los gachupines, con Virgenes
de Guadalupe, hechas en China y con indígenas triquis masacrados. La verdad esta de dar pena la situación de nuestro país. Así que festejemos y olvidemos aunque sea por un rato las penas.
Las organizaciones indígenas de México no han podido rearticularse, cada quién camina por su lado y asi no llegaran a ningun lado. El movimiento campesino casi no existe y los trabajadores
sindicalistas luchan aislados y sus respuestas son débiles. Pobre país, nada que festejar, nada de que lamentarnos, sólo hay que seguir luchando, contra los gachupines y cientificos del Siglo XXI y
también en contra de los mismos dirigentes sociales, tan sectarios, tan interesados en sus diputaciones, tan entregados y tan miserables. NR
NUMERO 134 MEXICO
NOTAS REBELDES ANTE EL BICENTENARIO.
Mientras los malos gobiernos han hecho un gigantesco negocio con el llamado Bicentenario, el movimiento social mexicano muestra una extrema debilidad y desunión.
Felipe Calderon con su espectaculo australiano de luces y con su desfile de carros alegoricos dice que sólo se gastara 2,700 millones de pesos. Peña Nieto ha inaugurado
su carretera de segundo piso, construida por la empresa de moda, la española OHL y en Guanajuato el gobernador Oliva se ufana de su Disneylandia patriotica: un centro de diversiones
construido por el rumbo de Silao con una inversión de casi 600 millones de pesos, lo mismo hicieron los gobernantes panistas allá por Queretaro.
La derecha hace negocio de las Guerras de Independencia y de la Revolución y las banaliza a través de telenovelas. Mientras la mayoría de los mexicanos se apresta a chupar tequila y chelas,
a comerse su pozolito, a desempolvar discos de Jose Alfredo Jimenez para conmemorar fechas que ya han perdido su significado. La Corregidora, quién chingaos será? ¿ El Pípila? habrá existido?
¿Como se llamaba ese que traía un paliacate en la cabeza?....... Quién sabe, mejor echese otra y dejese de pendejadas, compadrito.
¿Que festejamos?, un país desgarrado por una guerra que ya ha cobrado más de 29,000 muertos. Un país empobrecido, con los mineros de Cananea apaleados; con decenas de miles de
electricistas en el desempleo; con casi 8 millones de jovenes que no pueden ni estudiar ni trabajar. Festejamos a un México en manos de los gringos y de los gachupines, con Virgenes
de Guadalupe, hechas en China y con indígenas triquis masacrados. La verdad esta de dar pena la situación de nuestro país. Así que festejemos y olvidemos aunque sea por un rato las penas.
Las organizaciones indígenas de México no han podido rearticularse, cada quién camina por su lado y asi no llegaran a ningun lado. El movimiento campesino casi no existe y los trabajadores
sindicalistas luchan aislados y sus respuestas son débiles. Pobre país, nada que festejar, nada de que lamentarnos, sólo hay que seguir luchando, contra los gachupines y cientificos del Siglo XXI y
también en contra de los mismos dirigentes sociales, tan sectarios, tan interesados en sus diputaciones, tan entregados y tan miserables. NR