Grecia vendería o alquilaría sus islas para paliar el déficit

Isla de Mykonos


En estos días ha saltado a la palestra mediática la posibilidad, desmentida al menos oficialmente, de que el Gobierno griego esté barajando la posibilidad de poner en venta o alquilar a largo plazo algunas de sus islas, de un total de cerca de 6.000, para hacer frente a sus deudas ante la imposibilidad de encontrar vías de financiación, según el The Guardian.

De esas 6.000 islas, sólo 227 están habitadas, debido al coste que supone crear y mantener infraestructuras que den lugar a los correspondientes servicios.

Los potenciales inversores serían en su mayoría de origen ruso y chino, y al parecer, tendrían interés en la isla de Mykonos y también. en la de Rodas.

En la página http://www.privateislandsonline.com/greece.htm se encuentra información sobre algunas de dichas islas a la venta, como Nafsika de unas 500 ha., situada en el mar Jónico y a la venta por 15 millones de euros.

Ante la crisis económica el Gobierno heleno está impulsando un plan de venta o alquiler de estos territorios para promover las actividades en las islas, lo que generaría empleo e ingresos fiscales. La idea como tal ya proviene del FMI.

Gary Jenkins, experto analista opina que, “es una lástima que se haya llegado a esto, pero por lo menos demuestra que Grecia está dispuesta a tomar todas las medidas necesarias para tratar de cumplir con sus obligaciones”.

El responsable de la firma inmobiliaria griega Greek Islands Properties, Makis Perdikaris dice: “Es algo que me entristece, la venta de islas o tierras que pertenecen a los griegos es algo que debería ser el último recurso”, pero, “lo principal es desarrollar la economía del país y atraer inversión extranjera para crear infraestructuras”.


Todo lo cual, da buena muestra de la locura de quienes elevan a modo de vida y a dogma de fe la monetarización de todo. Al considerar que todo es susceptible de ser mercantilizado, todo se cosifica, los paisajes, la historia, la memoria. Y esa es precisamente el arma que debemos emplear, la memoria, para que esta locura, contexto de la destrucción del mundo, muestre la responsabilidad de este capitalismo brutal y salvaje a las futuras generaciones.


SdP