Adolfo Carrillo Morales, trabajó durante 20 años en Luz y Fuerza del Centro (LyFC), no ha encontrado empleo por su edad y porque no sabe hacer otra cosa que instalar líneas de
media y alta tensión, por eso se unió a la huelga de hambre que inició el
Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), para exigir su reinstalación laboral.
Desde el pasado jueves, 29 de abril, once ex trabajadores de LyFC decidieron no probar alimento por tiempo indefinido. Ya se cumplieron ocho días de que instalaron su campamento
en la Plaza Cívica de esta ciudad, ahí duermen y se bañan.
El huelgista de hambre haciendo caso del llamado del comite central del SME, lamenta que: "lo único que sé hacer es "media tensión" y ahora nos han dejado sin comida a mi familia, sin estudio a mis hijas y lo único que quiero es trabajar. Si nos quitaron nuestro trabajo, nuestro sustento, estamos dispuestos hasta lo último, aguantar hasta morir y desfallecer, a cambio de que nos regresen nuestro trabajo, es lo único que pedimos”, dijo con voz entrecortada.
El estado de salud de los huelguistas,por el momento es estable; sin embargo, los primeros días les bajó el azúcar que lograron controlar ingiriendo un poco de miel conagua, “la Cruz Roja sólo vino en dos ocasiones, hay órdenes de los directivos de no asistirnos, pero
han venido algunos paramédicos a apoyarnos”.
En el campamento tienen servicios de baños, regaderas, agua potable, miel, televisión, cobijas,
juegos de mesa e incluso reciben la visita del sacerdote de la iglesia de El Carmen. Por el momento, los gastos corren a cargo de los jubilados.
Son 25 las personas que se han solidarizado realizando ayunos de 48 horas, entre ellos se cuentan estudiantes, compañeros electricistas y alguno que otro diputado. En el Estado de México, San Pedro Siltepec, Sepayautla, San Simón, Temascaltepec y San Cristóbal Tecolitl, dependían económicamente de LyFC, ya que ahí laboraba entre el 80 y 90 por ciento de su población.