"Hace rato que el sol se ha enterrado en su reino, dejando al valle en sus reflexiones...
Después del atardecer, viene el silencio, la calma, queda la presencia del sonido vacío. Entonces podremos apreciar nuestros ruidos: tras la respiración el latido interno...
Cuando el sol se retira, todo descansa. No es la luz lo que falta, es la vida...
Cierro los ojos y empiezo a navegar entre los ruidos. El movimientos se hace lento, embarazoso, domino tan solo el contorno de los brazos en un lecho rápidamente explorado...
Vienen las voces del recuerdo a decirnos cómo en la primavera cantan las ranas. Cómo en las grandes praderas se llaman las chicharras, o como en el bosque de pétrea sombra se escucha el líquido gorjear de las aves nocturnas.
La nana de las brumas no vendrá. Esta noche no. La luna se fue hace tres días; pero volverá puntual." Francisco Paniagua Gurría
El poeta Frapagu se ha detenido en la primavera que da a la noche, y ya era de esperarse que los lienzos de sombra despejaran su corazón y que los astros, al fondo de sus desiertos, iniciaran su pie de fuego junto a las montañas, porque para él esos escenarios sería los que se llevaría desde el rigor de sus pulmones hasta el canto más puro de su boca.
Así es, hoy muchos de sus amigos hemos derramado llanto ante la partida del poeta más emblemático del valle de Toluca, hoy Paniagua fue noticia embalsamada entre el rumor de los cafes, la radio y televisión, y mañana serán los periódicos y revistas y amigos que hablaran con júbilo de quienes siguieron sus enseñanzas y cantaron la palabra con el mejor de los alientos que da la vida.
Anoche, apenas, la muerte descendío de sus más altas imágenes y la fiebre de amar le toco en su discurso por la vida.
Pero nos deja la cuerda ensalzada del asombro por la letra, del delirio desendiendo entre los ciegos, de la urgencia de darle una razón a la flor que triunfa entre el invierno, de la memoria que camina en silencio por lo siglos, y de todas esas tardes que en nuestra piel lejana sólo lo toca el vino de las delicias de una plática memorable.
Te extrañaremos en el desborde de la copa del día y con un ojo abierto indagaremos tu silencio., dejaremos que solamente tu voz pueda con el tiempo.
Per in eternum
¡¡Salut Paco!!
Luz del Alba Belasko