por Rosalía Vergara
revista PROCESO
Especialistas y críticos de la administración calderonista
anticipan el fin del subsidio al consumo de energía
eléctrica. Como mal precedente está la intención de
aumentar las tarifas del suministro hasta en cien por
ciento en algunos estados. El propósito: entregar el servicio
a particulares. Y si de eficiencia se trataba, antes
predominaban las quejas contra Luz y Fuerza del Centro;
ahora, las protestas son contra la CFE por cobros
indebidos…
El costo del consumo eléctrico de
6 millones de usuarios que recibían
el servicio de Luz y Fuerza
del Centro (LFC) en el Distrito
Federal, Estado de México
y algunos municipios de Puebla,
Morelos e Hidalgo aumentará
más de 100%, advierten especialistas.
Cuauhtémoc Velasco Oliva, presidente
de la asociación civil Energía y Rendición
de Cuentas, dice que la estrategia del gobierno
de Felipe Calderón es mantener el
aumento gradual de las tarifas iniciado en
1999 por Alfredo Elías Ayub, director de la
Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El exdiputado del Partido Convergencia
y coordinador del libro El sector eléctrico
en México. Costos, tarifas y opacidad.
¿Por qué son elevadas las tarifas
eléctricas? explica que los usuarios deberán
pagar el costo de producción de energía
eléctrica, además de asumir el retiro
del subsidio de 42 mil millones de pesos
que recibía LFC.
Señala que la CFE no tiene liquidez
suficiente para hacer frente a los gastos.
“Aunque haga la manipulación contable de
los recursos, éstos no son suficientes, porque
además tiene el reto de mejorar el servicio,
y tan sólo en la Ciudad de México
se necesita una inversión multimillonaria”.
En eso coinciden David Bahen y Sergio
González Broca, del Frente de Trabajadores
de la Energía (FTE), disidencia
del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas
de la República Mexicana (SUTERM)
en entrevistas con Proceso y en
un ensayo titulado: Elevación furtiva de
las tarifas eléctricas.
El dirigente del Sindicato Mexicano
de Electricistas (SME), Martín Esparza,
afirmó en conferencia de prensa el lunes
4 de enero que el usuario tenía derecho al
subsidio de consumo de luz tal y como lo
brindaba LFC, y “no se está aplicando a
los nuevos recibos de la CFE”.
Al liquidar LFC se elimina esa aportación
del gobierno, pero el costo de producción
y de la luz eléctrica que asumía
el gobierno ahora será cobrado a los usuarios.
“Esto se operará como se ha hecho en
los últimos nueve años, de manera tramposa.
La única salida que tienen es el aumento
de las tarifas eléctricas”, cobrando luz de 2009 con un supuesto subsidio, a
través de la CFE, asegura Velasco Oliva.
La intención, dice, es que los usuarios
de la tarifa de uso doméstico pasen a la tarifa
Doméstica de Alto Consumo, creada
en el sexenio de Vicente Fox, que encareció
el precio de la electricidad principalmente
en el norte del país.
Velasco Oliva cita una declaración de
la secretaria de Energía, Georgina Kessel,
en la revista El Mundo del Petróleo de octubre
de 2009, en la que sostiene que los
subsidios se deben dirigir a personas de
escasos recursos y que el resto pague el
costo real de los combustibles, e incluso
un poco más por el servicio público.
Según las estimaciones de la funcionaria,
la mitad de los usuarios domésticos de
la CFE y LFC pudieran migrar hacia la tarifa
DAC.
Velasco Oliva explica que las tarifas
eléctricas deberán compensar la caída de ingresos
de la CFE “porque ya no puede vender
energía cara a Luz y Fuerza del Centro,
y adicionalmente se le redujo el presupuesto
de 220 a 211 millones de pesos”.
La intención de los aumentos
El pasado 3 de enero, la CFE anunció que
a partir del 1 de enero las tarifas eléctricas
aumentarán mensualmente y registrarán
un incremento anual acumulado de al menos
4%. Para determinar el monto del alza
se tomará como referencia la inflación
y los precios internacionales del gas natural,
carbón, combustóleo y diesel.
En enero, la tarifa de uso doméstico
básico aumentará 0.03%, según determinó
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP).
Hasta 2008, los subsidios representaban
50% del cobro en el recibo de luz, según
la propia Secretaría de Energía, indica
Velasco Oliva.
En su opinión, mientras aumenta la
tarifa de uso doméstico, disminuirán los
precios en las tarifas industriales. “Esa ha
sido la política de estos gobiernos, principalmente
del panista Felipe Calderón,
que aumentan los subsidios a los empresarios
y golpean el salario de los trabajadores
cobrando las tarifas eléctricas a un
alto costo”.
José Antonio Almazán, exsecretario
del Exterior del SME, detalla que las
protestas por cobros indebidos de energía
eléctrica están a la vista. Pone como ejemplo
el municipio de Candelaria, en Campeche,
“donde una decena de ciudadanos
pobres de esas zonas rurales se organizaron
para protestar por los cobros excesivos.
Hay tres presos políticos acusados de
secuestrar a funcionarios”.
Ese y otros casos se desahogaron en el
Encuentro Nacional por una Tarifa Social
y Contra los Cobros Excesivos de Luz organizado
por el SME en agosto del año pasado.
Ahí se informó de ese caso que data
de 2006, cuando la población se inconformó
porque la CFE les cobraba recibos
de hasta 5 mil pesos. En noviembre fueron
detenidos Sara López González, Joaquín
Aguilar Méndez y Guadalupe Borja,
acusados de privación ilegal de la libertad
del delegado estatal de la CFE, Leovigildo
Domínguez López.
En abril pasado, inconformes de Ixtepec,
Oaxaca, fueron detenidos por supuesta
privación ilegal de la libertad, luego de protestar
en las oficinas locales de la CFE contra
el representante Eduardo Olivares, por
la misma razón: altas tarifas eléctricas. Cinco
personas escaparon de las autoridades y
son consideradas prófugas.
Velasco Oliva recuerda que el año pasado
la CFE fue una de las empresas con
más quejas en la Procuraduría Federal del
Consumidor (Profeco): 4 mil 883 de enero
a septiembre del año pasado. La dependencia
inició 82 procedimientos por
infracciones a la ley a escala nacional y
aplicó 41 multas por un monto de 1 millón
811 mil 93 pesos.
El aumento al precio doméstico y de
uso residencial se realiza de manera paralela
a la privatización de la industria
eléctrica desde 1997, según documenta
el estudio Elevación furtiva de las tarifas
eléctricas, elaborado por el Frente de Trabajadores
de la Energía (FTE).
David Bohen, extrabajador de la
CFE y fundador del SUTERM, así como
Sergio González Broca, especialista
en la materia, ambos miembros del
FTE, coinciden en que las tarifas eléctricas
se incrementarán no sólo por el
retiro del subsidio al consumo: seguirán
aumentando de manera independiente
porque es parte del proceso de
ECONOMÍA
privatización del sector, que en 2008 ya
había concesionado 50% de la capacidad
de generación a empresas privadas
de capital trasnacional.
Según Martín Esparza, Iberdrola, Techint
y Repsol, e incluso Unión Fenosa
son las empresas beneficiadas durante el
sexenio de Felipe Calderón.
El informe hace una revisión sobre
el aumento de tarifas desde 1997 a 2008.
Desde la nacionalización de la industria
eléctrica en 1960 existían seis tarifas
eléctricas que se calculaban en periodos
de consumo de 58 a 62 días y de mayores
de 52 o 62 días. En el quinto bimestre de
2008 apareció por primera vez el historial
de consumo de seis bimestres y el promedio
del cobro total, indica.
En 1992, el presidente Carlos Salinas
de Gortari impuso la modificación a la
ley de servicio público de energía eléctrica
por particulares para su venta, “lo que
está expresamente prohibido por la Constitución”.
Sin embargo, antes de 1992 ya
se habían autorizado permisos para la generación
privada para abastecimiento y
emergencia.
Un año después se crea la Comisión
Reguladora de Energía, “un organismo
con autoridad para otorgar permisos a las
empresas privadas”, justo lo que hacía falta
“para concretar en la práctica la privatización
del sector eléctrico”.
Relata que el 12 de febrero de 1996
el entonces presidente Ernesto Zedillo
dio a conocer el Programa de Desarrollo
y Reestructuración del Sector de la Energía
1995-2000 en el que se proponía, entre
otras cosas, “alcanzar una estructura
de precios y tarifas eficiente y equitativa
que permita la adecuada capitalización del
sector”.
Se permitía fomentar la participación
del sector privado impulsando una mayor
participación en la generación de energía
eléctrica, recurriendo a esquemas de
arrendamiento y de productores independientes
de energía para las plantas generadoras,
y establecer una política de precios
y tarifas.
El 24 de diciembre de 1999 se publicó
en el Diario Oficial de la Federación
un acuerdo para ajustar y modificar las tarifas
eléctricas para “evitar el deterioro financiero
del sector”. Pero en el programa
zedillista se establecen restricciones a los
subsidios. En 2000, las tarifas aumentaron
50% respecto de 1997.
El 29 de diciembre de 2000, recién estrenado
el sexenio foxista, se publicó en el
DOF el aumento a las tarifas para evitar el
deterioro de la CFE y LFC. El objetivo era
“mantener la política de deslices mensuales
equivalentes a la inflación esperada para
las tarifas de los sectores de servicios y
agrícola”, dice el reporte.
Remata: “En mayo de 2001, el gobierno
vuelve a mostrar total congruencia
con sus planes de incrementar las ganancias
para entregarlas a los generadores privados;
por primera vez en los recibos de
electricidad aparecieron el costo real por
suministro, el importe a pagar por energía
y dos subsidios: al consumidor y por
otras transferencias. El cobro de estos últimos
sobrepasan las dos terceras partes del
costo real del consumo de luz”. Posteriormente
se creó la tarifa Doméstica de Alto
Consumo (DAC) para los consumidores
de más de 3 mil kwh, “elevando exageradamente
el precio de la electricidad”, dice.
En el análisis se destaca que el ajuste
hecho por el gobierno de Fox a las tarifas
provoca que mientras menos consuma el
usuario los aumentos serán mayores gracias
a la tarifa DAC “diseñada para golpear
a los usuarios de más bajo consumo”.
David Bahen explica en entrevista telefónica
que la última versión de los planes
en el Programa de Obras de la Industria
del Sector Eléctrico (POISE) 2009-2018
“indica que está cerca la privatización de
la industria eléctrica”.