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Por Jorge Díaz Navarro
“2 de Octubre de 1968”, póliza de la
subcultura de la impunidad en México
+ En la ciudad de Nueva York, en el sexto piso del número 50 de la plaza Rockefeller se encuentra la "Foto biblioteca" de la AP (Prensa Asociada). En el archivo fotográfico de ésta agencia, el 68 mexicano descansa en un folder. En el Exterior se sabe más que aquí del 2 de octubre
+ El presidente le reclamo a Jacobo Zabludovsky que en el noticiero de la noche hubiera aparecido en pantalla usando una corbata negra. Díaz Ordaz estaba muy molesto. Don Jacobo Zabludovsky le explico: " señor presidente yo uso corbata negra desde hace años. . .".
Los acontecimientos del 2 de octubre de 1968 están siendo revisados y reinvestigados, al grado tal que ayer se dio a conocer que el PRI y el Ejercito desde 1960 crearon u grupo de choque para militar con fines de represión a todo asomo de inconformidad de la sociedad.
En la entrega anterior les adelantamos que daríamos a conocer una recopilación de los sucesos inmediatos después del 2 de octubre trabajo este realizado por el maestro del ITESO, Víctor Manuel González Durán y que por su importancia histórica tanto en el aspecto político como en el social se lo pasamos a usted para que se forme un juicio de lo que hace 41 sucedió en este país y cuyo esclarecimiento sique siendo un asunto pendiente dentro de la agenda nacional así como el castigo a los culpables.
Después del 2 de Octubre.
En la ciudad de Nueva York, en el sexto piso del numero 50 de la plaza Rockefeller se encuentra la "Foto biblioteca" de la AP (Prensa Asociada). En el archivo fotográfico de ésta agencia, el 68 mexicano descansa en un folder delgado.
Adentro se encuentran fotos y negativos que captan diversos momentos del movimiento.
Sin duda, este suceso atravesó barreras y tampoco podemos dejar de lado los diversos comentarios que se sucedieron en torno al caso. Al menos dos periódicos estadounidenses y una revista francesa publicaron esta secuencia gráfica.
El diario The Washington Post, la publico en su edición del 3 de octubre, en la página 10 de su primera sección:
"Un hombre y una mujer pedían ayuda, mientras una tercera persona yacía muerta a su izquierda, momentos después, la mujer fue muerta; el hombre también murió".
A su vez en el diario Los Ángeles Times aparece en la edición del 4 de octubre, en primera plana. "la muerte llama dos veces" y explica desde su punto vista el mismo suceso:
"Un hombre y una mujer se abrazan en un balcón de la ciudad de México, donde quedaron atrapados en una balacera. Otro hombre, a su izquierda, esta muerto. Al centro, la mujer, que ha sido herida, baja la cabeza, mientras su compañero la levanta; él ha muerto. Ella sobrevivió"
La señorita Falleci, periodista italiana, herida en el lugar de los hechos, relata el terror que vivió en México y califico al enfrentamiento como una " cosa terrible e increíble". Es identificada como la mujer en las fotos de la Prensa Asociada (antes mencionadas), tomadas por Díaz a pesar de que los soldados impedían que se tomaran fotos y confiscaban a su paso cámaras y las propias películas fotográficas.
El belga Claude Klejman, del vespertino Le Monde, cuenta:
"A la inversa de la versión dada por la mayoría de los diarios mexicanos, en este momento no se disparo un solo tiro desde los edificios que rodean la plaza, ni tampoco de las azoteas. En cambio, entre la multitud se ven hombres vestidos de civil, con un guante blanco en la mano izquierda, que hacen señales a los militares. Después de esas señales, estos últimos abren un fuego nutrido contra la multitud. Los soldados van llegando de todas las calles. Habrá mas de 5 mil... estos soldados matan. La mayoría de los estudiantes ayudan a las mujeres a escapar, las protegen. ¿Cuántos muertos? ¿Cincuenta... doscientos?"
Finalmente éstos son los relatos de un par de periodistas extranjeros, ahora lo importante es saber que pensaron los mexicanos, todos aquellos comunicadores que siguieron día a día la evolución de esta protesta que desemboco en lo que todos ya conocemos. Por esto citamos a uno de "Los Grandes" dentro de ese medio, al licenciado Jacobo Zabludovsky.
El 3 de octubre de 1968, al día siguiente de la matanza de Tlaltelolco, Jacobo Zabludovsky recibió una llamada del Presidente Gustavo Díaz Ordaz en las instalaciones de Telesistema Mexicano (hoy Televisa). El presidente le reclamo a don Jacobo que en el noticiero de la noche hubiera aparecido en pantalla usando una corbata negra. Díaz Ordaz estaba muy molesto. Don Jacobo Zabludovsky le explico: " señor presidente yo uso corbata negra desde hace años. . .".
Esta anécdota es para mostrar de que manera todos los medios fueron sometidos a una estricta vigilancia y censura por parte de las autoridades castrenses del sexenio de Díaz Ordaz. Estaban empeñados en que en ninguno de los medios de comunicación diera una información que el gobierno considerara excesiva y dañina para su ya deteriorada imagen.
El propio Lic. Zabludovsky afirma que de todos los noticieros del momento el más importante era el "Excélsior". Es por este motivo que nos referiremos a un par de artículos de la época.
El 3 de octubre de 1968, surgen las primeras declaraciones del director de relaciones de la presidencia y el artículo se titula: "20 Muertos, 75 heridos y 400 presos”.
A la una de la madrugada los corresponsales extranjeros fueron trasladados a la residencia presidencial de Los Pinos en dos autobuses especiales. Allí se efectuó una rueda de prensa en la que no de manera oficial se dio amplia información a los periodistas del exterior.
El señor Fernando M. Garza, director de Prensa y Relaciones Públicas de la Presidencia de la República, dijo ante poco más de 60 periodistas y corresponsales extranjeros que en los disturbios del día anterior hubo "Cerca de 20 muertos, 75 heridos y más de 400 detenidos".
Afirmó que la intervención de la autoridad, en la Plaza de la Tres Culturas, "acabó con el foco de agitación que ha provocado el problema".
La entrevista de Garza con los periodistas extranjeros ocurrió poco después que los corresponsales, mediante el señor Raimundo Cuervo, insistieron en obtener información oficial sobre los acontecimientos. Otra de sus afirmaciones fue:
"Se garantiza la tranquilidad durante los Juegos Olímpicos. Hay y habrá vigilancia suficiente para evitar problemas".
Por su parte, El secretario de la Defensa Nacional, general Marcelino García Barragán, dijo en una conferencia de prensa:
"No se decretará el estado de sitio; México es un país donde la libertad impera y seguirá imperando".
De esta manera el gobierno establece claramente que fue una decisión que debía tomarse ya que la mayoría del pueblo mexicano lo que busca continuamente es la paz y la tranquilidad. Así, hace un llamado a los padres de familia para que controlen a sus hijos, mientras que en los hospitales de la ciudad decenas de estudiantes están en calidad de detenidos y serán puestos a disposición del procurador general de la República. Sobre las medidas de seguridad afirmo:
"Esto puede repercutir; pero no creo que se repita; no permitiremos más desórdenes. Creo que los padres de familia van a atener el llamado que les hemos hecho. No se puede permitir que sigan quemando vehículos del servicio público y cometiendo tropelías. Se continuará patrullando la Plaza de las Tres Culturas y las zonas donde hubo disturbios."
Pero ¿qué fue lo que realmente paso? Nadie lo sabe con precisión, es por esto que he decidido mostrar apoyarme en el relato de Miguel Ángel Martínez Agis publicado en el periódico Excélsior el 3 de octubre del 68, el artículo se titula "Edifico Chihuahua": 18:00 hrs.
Tercer piso del edificio "Chihuahua". Poco más de 10,000 personas en la Plaza de la Tres Culturas. Tres estudiantes han usado el micrófono. Uno de ellos para las presentaciones, otro del Politécnico y uno más de la Universidad.
En el balcón central del edificio están los periodistas (Fallecí), algunos fotógrafos y camarógrafos. Reporteros y corresponsales extranjeros. Los oradores atacaron a los políticos, a algunos periódicos, inclusive llegaron a proponer el boicot contra un diario capitalino. Entre aplausos fueron recibidos unos obreros. Se dijo que eran ferrocarrileros. Exhibían una manta que decía: "Los ferrocarrileros apoyamos el movimiento y desconocemos las pláticas Romero Flores-GDO". Inclusive algunos de ellos anunciaron la iniciación de paros escalonados.
Cuatro luces de bengala de color verde cayeron sobre los espejos de agua.
Eran las 18:10 horas. Varios centenares de agentes de la Policía Judicial, de la Procuraduría General de la República, de la Dirección Federal de Seguridad llegaron y gritaron a los periodistas: "¡Bájense!" Llevaban las pistolas en la mano.
Los mismos agentes decían a los estudiantes: "¡Alto aquí. Nadie se mueve..!" Se inicia el tiroteo.
Los periodistas apenas alcanzaron a bajar. Se inicio una intensa balacera.
Disparos al aire, ráfagas de ametralladora. Carreras de todos. Los elevadores atascados, los agentes cubrieron las dos escaleras de acceso.
Abajo, en la plaza, la gente se arremolinaba. Caía, se despeñaba sobre las escaleras de piedra frente a la iglesia de Santiago Tlaltelolco. Por los altoparlantes se escuchó: "¡No se vayan. No se vayan..!" Al mismo tiempo, por un costado del edificio de Relaciones Exteriores entra el Ejército. Más disparos. En este tercer piso son detenidos unos cuarenta estudiantes del Consejo Nacional de Huelga. Oscurecía. No había luz en el edificio.
Sócrates está entre los apresados. Esposados, agazapados, pegados a la pared de las escaleras, impulsados por gritos de los propios agentes, dos periodistas bajan al segundo piso. Unos quince o veinte minutos, mientras la balacera continuaba sin cesar.
Agentes y periodistas, juntos, contra la puerta del departamento 210. La chapa cedió. No había nadie. Sus moradores huyeron. En el pasillo del departamento hay dos teléfonos, y todos quieren usarlo. Siguió el desfile de seis heridos: tres policías de la Judicial y tres de la Federal de Seguridad, además de Oriana Fallaci y una mujer grávida, con su hijo de doce años.
El jefe de la DFS habla por teléfono. "¿Hay francotiradores?" Por teléfono el mismo jefe de la DFS informó:
"Aquí sólo nos movemos y nos disparan. Hay francotiradores. Necesitamos que manden un convoy de ambulancias civiles para ver si los dejan pasar y saquen los heridos. Que vengan con las sirenas abiertas para mostrar que son ambulancias..."
2 de octubre...no se olvida, de eso no cabe duda y por ese motivo marchas posteriores se denominaron así al igual que el artículo de Martha Anaya escrito años después.
La marcha fue impresionante. Unos volvían 25 años después; los más pisaban la Plaza de las Tres Culturas por primeras vez. Pero los viejos líderes pintando canas. Emociones encontradas: tristeza, orgullo, nostalgia. Testigos de una lucha que aún no muere....
Entre ellos mismos se miraban, se reconocían. Recordaban. Se abrazaban al caer la noche. Miraban aquellos muros del templo que quedaron manchados de sangre. Los terrenos por los que se arrastraron para salir de Tlaltelolco hace años. Las veces que se levantaron para correr y que otros no pudieron ya hacerlo.
La cita para esta marcha convocada por el Comité Nacional de Huelga fue el Zócalo de la ciudad de México. Cuatro de la tarde.
Pero desde mucho antes, la gente comenzó a llegar. Jóvenes y más jóvenes aparecían por las calles, bajaban de autobuses que habían tomado, brincaban y corrían en torno de la Plaza de la Constitución, mientras las puertas de Palacio Nacional se cerraban y el astabandera quedaba desnuda.
Estudiantes de economía, de la Facultad de Estudios Superiores, de Bachilleres, de la Escuela Nacional de Antropología... Ahí mismo se terminaban de pintar mantas. Y volvían a escucharse las viejas consignas:
"¡Gobierno-farsante-que-matas-estudiantes"! ¡Sí-que-re-mos-la-verdad, de-mo-cra-cia-y-li-ber-tad", "No-que-no, sí-que-sí, ya-Vol-vi-mos-a-sa-lir!", "¡El-pue-blo,-u- ni-do,-Ja-más-se-rá-ven-ci-do!"
La plaza estaba repleta, para entonces pasaban de las ocho de la noche. La gente partía rápidamente. La Plaza de las Tres Culturas quedaba tapizada de flores rosas rojas, claveles blancos, zempazúchil, de veladoras encendidas.
Fue entonces cuando una mujer mayor y su hija llegaron hasta la mitad de la Plaza. Llevaban un ramo de claveles rojos. Se inclinaron y comenzaron a acomodar las flores. ¿Perdieron ustedes algún familiar en el 68? Pregunto Martha Anaya. La mujer me miro asustada. Lo negó de inmediato. Y no quiso hablar más. Quedó ahí... de rodillas... sin mencionar su nombre, sin manifestar abiertamente por qué estaba ahí, así, adolorida... Y han pasado años...
El Inicio de la Transición “1968”
La trascendencia del movimiento del 68, radica fundamentalmente en la conducta cívico-política que han adoptado los mexicanos (el nuevo ciudadano o el ciudadano renovado) en el acontecer nacional de entonces hasta nuestros días, ello generó que la participación ciudadana en las cuestiones públicas y políticas, sea hoy, gran capital de nuestra incipiente democracia.
Seguramente ahondar en las razones del surgimiento del conflicto del 68 llenaría cuartillas con información por demás interesante, además de pensar en que cada uno de los protagonistas del conflicto, evidentemente, tienen una versión distinta de los hechos, sin embargo, considero que lo que debemos rescatar de ese episodio de la vida nacional es un elemento que en la actualidad, a los jóvenes pareciera no serle familiar: "la conciencia política".
Pensar en el 2 de Octubre de 1968, nos remite a las demandas que exigían los estudiantes al gobierno cumplir, en nuestra opinión, uno de esos puntos que tuvo gran trascendencia y que sobretodo, evidenciaba, el sistema autoritario de gobierno, fue la petición de la derogación del artículo 144 bis y el 141, "disolución social" del código penal del Distrito Federal que era usado como argumento legal para realizar detenciones a diestra y siniestra.
El desenlace en Tlaltelolco, evidentemente, no fue "un hecho aislado", por el contrario parecía ser el común denominador de la reacción del grupo gobernante para resolver los conflictos. El signo de violencia como manifestación de la intransigencia del gobierno fue el elemento principal para solucionarlos. La censura y la corrupción eran escandalosas, según Raúl Álvarez Garín, la misma nota del periódico aparecía varias veces firmada por distintos reporteros, ya que la misma era redactada por la misma Secretaría de la Presidencia.
En 1968 se empezaron a romper patrones de conducta arraigados desde siempre en la sociedad mexicana, patrones de sumisión donde la falta de libertad en todos los sentidos imperaba en el país, por ejemplo, antes del 68, era impensable que un profesor se presentara a impartir clases sin saco y sin corbata; las condiciones sociales en torno al conflicto estudiantil siempre estuvieron ligadas con algún evento político.
Las elecciones presidenciales de 1988, controvertidas en el fondo mismo del pensamiento de los ciudadanos que sufragamos, nadie creyó que el sistema se hubiera caído, simplemente el entonces Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz lo desconecta y afirma la victoria de Carlos Salinas de Gortari., los diferentes grupos políticos afirman que sus candidatos son los triunfadores: Clouthier por el PAN, Cárdenas por el PRD, no se sabrá, porque además se quemó el ala del Palacio Legislativo en el que se encontraban las actas del proceso electoral en el que como usurpador asume la presidencia Carlos Salinas -cualquier semejanza con el ascenso al poder de Victoriano Huerta es mera coincidencia- lo mismo la muerte del presidente Madero y la del candidato Luis Donaldo Colosio. La muerte de Madero ¡Sí fue magnicidio, era presidente, la de Colosio no lo fue, él era simplemente un candidato, en ese momento ni siquiera tenía un cargo público.
El temor se apodera de la población en las elecciones de 1994, gana por mayoría Ernesto Zedillo, es legítimo en cuanto al sufragio cuantitativo, pero en lo cualitativo no lo es, ya que cuando se vota a favor por miedo, se pierde el valor del triunfo, en seis años nunca se supo cual era el rumbo de Zedillo.
En las elecciones del 2000, el triunfo de la oposición legitima la lucha iniciada durante 1968, lejos de lo que piensan algunos analistas, que el 2 de julio inicia la transición, creo que ésta confirma lo iniciado el 2 de octubre, con la sangre de los primeros luchadores y mártires del modernismo mexicano, de la naciente democratización… Y es todo por hoy, después estaremos con ustedes con más de esto y aquello.