El flujo de hondureños indocumentados se elevó tras el golpe del 28 de junio en su país, por lo que pidieron a las autoridades mexicanas recibirlos como refugiados.
“La situación del golpe de Estado está generando el éxodo de los más pobres”, advirtió el sacerdote católico Pedro Pantoja, director de la Casa Belén, Posada del Migrante, representante de organizaciones que dan refugio a centroamericanos en México.
Pantoja afirmó que estos organismos han solicitado a las autoridades mexicanas que se reciba con estatus de refugiado a hondureños que han salido después de la violenta expulsión del presidente José Manuel Zelaya.
El religioso mencionó que las casas de refugio de Chiapas y Oaxaca han comenzado a recibir a familias enteras que huyen de Honduras a raíz de la represión que provocó el golpe de Estado de Roberto Micheletti.
Representantes de esas entidades se han reunido con cónsules de naciones centroamericanas y con funcionarios del gobierno mexicano para solicitar que se otorgue el estatus de refugiados políticos a los hondureños.
Solicitarán a las bandas del crimen organizado que se dedican a secuestrar, asaltar y violar a los ciudadanos centroamericanos que cruzan rumbo a Estados Unidos, que detengan sus acciones delictivas.
El representante de la Casa del Emigrante, Carlos Bartolo Solís, refirió que se espera que el repunte de la migración aumente.
Los centroamericanos están conscientes de los peligros en México, debido a que bandas del narcotráfico como Los Zetas y pandillas como Los Maras, atentan contra ellos.