La guerrilla está combatiendo a sicarios del narco y a paramilitares, dice jefe del ERPI
Zacarías Cervantes
Chilpancingo
Conocido como el comandante Ramiro, Omar Guerrero Solís, uno de los dirigentes en Guerrero del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), denunció que el gobierno federal simula una lucha en contra del narcotráfico porque solamente “golpea a un cártel y protege a otro”, el que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán Loera, cuyos sicarios son usados por el Estado “para hacer el trabajo sucio”. Mientras que aquí en Guerrero, dijo que el gobierno de Zeferino Torreblanca protege las actividades delictivas del ex presidente de la Unión Regional Ganadera, Rogaciano Alba Álvarez.
Custodiado por una veintena de los integrantes de su columna guerrillera, el hombre que se encuentra entre los 40 más buscados por la Procuraduría General de la República (PGR), habló en algún lugar de la sierra de Guerrero este fin de semana con un grupo de periodistas de la situación del país y en este contexto de las actividades y planes de la guerrilla a la que pertenece.
A más de seis años de que se fugó de la de cárcel de Acapulco, el comandante Ramiro dijo que en los tiempos actuales la guerrilla ha tenido que distraerse para luchar en contra de grupos paramilitares que sirven y actúan bajo las órdenes del gobierno federal y estatal en la sierra de Guerrero para amedrentar a los campesinos que defienden sus tierras ya sea de los talamontes o de los narcotraficantes.
El jefe guerrillero denunció que la lucha del gobierno en contra del crimen organizado no es real, puesto que “golpea a un cártel y protege al otro, que en esencia son iguales, porque asesinan, secuestran, y torturan”.
Dijo: “Esa estrategia de combatir al narco es falsa. Aquí en Guerrero, por ejemplo, los narcos participan en las reuniones que lleva a cabo el Ejército y el gobierno del estado que golpea a un cártel y protege al otro, pero en esencia son iguales, porque asesinan, secuestran, y torturan. Aquí el cártel del Chapo Guzmán le está sirviendo al Estado, y viceversa, ahora el problema está en que los cárteles de la droga le están haciendo el trabajo sucio al gobierno mexicano”, dijo.
El dirigente guerrillero señaló que a nivel local uno de los protegidos del actual gobierno es el ex presidente de la Unión Regional Ganadera, Rogaciano Alba Álvarez, de quien dijo: “Esta persona no se deja ver, pero lo cierto es que de manera constante estamos enfrentando a sus pistoleros y gatilleros, sobre todo en la zona de la sierra, donde tenía el poder, era amo y señor. El decidía todo, pero desde hace un buen tiempo ya no se aparece por acá”, dijo.
Agregó que la célula guerrilera que encabeza ha organizado la autodefensa armada, y que gracias a ello “pudimos evitar más derramamiento de sangre, porque las bajas nuestras eran pura gente del pueblo, hubo muchos torturados, desaparecidos y ejecutados”.
Admitió que incluso muchos de los familiares de la gente que ha mandado matar Rogaciano Alba están incorporados a las columnas guerrilleras del ERPI. “Hace unos meses, por cierto, Rogaciano bautizó a un grupo como Ejército de Liberación del Pueblo (ELP), pero es falso, no existe, por eso nadie le hizo caso”.
Dijo: “para nosotros está muy claro que a Rogaciano lo protegen Calderón y Zeferino, se instalan retenes militares y es extraño que pasa por ellos y no lo detienen. El Ejército sólo ataca a un cártel, como sucedió en los últimos días en San Miguel Totolapan y en Arcelia, o en Zihuatanejo en donde catearon casas”, y lo soldados arrestaron a decenas de sicarios, presuntamente miembros del cártel de los narcotraficantes Beltrán Leryva.
Omar Guerrero señaló que a partir de este gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, se ha incrementado la formación de grupos paramilitares, “pero cuando surgen los ubicamos y los hemos golpeado y desbaratado y lo vamos a seguir haciendo, eso lo sabe el enemigo”.
En medio de la espesura de la vegetación de la sierra, en donde se acondicionó un reducido espacio como escenario para el encuentro con los medios de comunicación, el guerrillero expone que “en la sierra de Guerrero podemos decir con toda seguridad que los grupos paramilitares y Rogaciano ya no tienen presencia, a diferencia de las partes bajas donde todavía tienen algunos grupos y por eso se presentan diversos crímenes.
El comandante Ramiro denunció que los grupos que sirven al narcotráfico han levantado y asesinado sólo en la región de la Tierra Caliente a unos 60 “compañeros” y que continúan los asesinatos y las desapariciones.
Y dio nombres: “algunas de las personas a las que se señalan como responsables de estos hechos son Roberto Salto, ex miembro de la Policía Federal; José Espinosa, Carlos Lagunas y el Chuyo Lagunas que murió siendo jefe; Isabel Santiago, José Rauda, Ismael Serrano, Daniel Bautista García, Marcelino Acosta Ávila, la mayoría gente cercana Rogaciano Alba que han cometido muchas muertes protegidos por el actual gobierno estatal y federal”, denunció.
En total hemos contado en ese lapso alrededor de 60 personas entre “compañeros” y gente del pueblo, “todos ellos inocentes, que fueron desaparecidos o ejecutados por el narco en la Costa Grande y la Tierra Caliente”, dijo.
De 33 años de edad, Omar Guerrero asegura que a los 14 años se incorporó al Partido de los Pobres (PDLP) fundado por el extinto guerrillero Lucio Cabañas, “y desde antes de que cayera en la cárcel, en donde estuve un año con ocho meses, ya tenía siete años visitando las comunidades de esa región y, bueno, ahora llevo más de cuatro años recorriendo nuevamente las comunidades del estado de Guerrero, principalmente las de la sierra que comprende todos los municipios de la Tierra Caliente y la Costa Grande”.
“Ahora a nosotros nos dicen que somos asesinos y bandidos, pero no nos preocupa lo que diga el gobierno, una cosa es lo que digan desde sus oficinas y la otra lo que sucede en la realidad, en lugares como aquí, en la sierra”.
El erpista señaló que en esos pueblos cada día crece la inconformidad porque el gobierno no les hace ningún beneficio, “sólo va a cometer injusticias y cómo quiere que no nos inconformemos, si todo esto nos provoca un nudo en la garganta”.
Dijo que al gobierno también le molesta que los campesinos se organicen para evitar la explotación irracional de la madera, “porque eso afecta a las empresas gringas y canadienses, que cuentan con el apoyo de Rogaciano (Alba) y de Rubén Figueroa, que también son parte de lo mismo”.
Dijo que por eso el gobernador Zeferino Torreblanca ha solicitado la presencia del Ejército y la policía para llevar a cabo los operativos en esa zona, “pero lo positivo de esto es que hay soldados y policías que saben de nuestro movimiento y le dicen a la gente de las comunidades que tenemos la razón”.
El militante del ERPI expone que también es perseguido por una aversión que tiene en su contra el director de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) Érit Montúfar Mendoza, pero dijo que ésta es personal; “él (Érit) sabe que le conozco muchas cosas. Antes de que subiera al poder había muchas denuncias de los pueblos de la Tierra Caliente que lo acusaban de apoyar a los narcotraficantes en la región, además de que su gente se dedicaba al robo de ganado, de vehículos y de maquinaria pesada.
El dirigente guerrillero dijo que estas actividades delictivas se desarrollaban “principalmente en la comunidad de El Pozo, municipio de Coyuca de Catalán, en donde organizaba fiestas para su invitado principal, el comandante del 40 Batallón de Infantería. Por esa época se empezaron a presentar asesinatos en la zona, uno de ellos fue en la carretera que va de Ciudad Altamirano a Zihuatanejo, quedó completamente descuartizado a la orilla de la carretera”.
Recuerda: “al parecer en esa comunidad de El Pozo hubo un ataque a uno de los familiares de Érit y ahí mataron a uno de sus familiares, luego me responsabilizó del crimen y desde entonces me persigue impulsando operativos. Pero lo que sucedió en esa ocasión fue que la gente de los pueblos aledaños ya estaba cansada de tanto abuso Éy la misma gente fue la que se insurreccionó y actuó”, aseguró.
Añade: “yo mismo le dije a Érit (cuando estaba preso) que ya me tenían y que me echaran todos los cargos, pero que no le hicieran daño a mi familia. Érit también tiene familia”.
Añade que en ese entonces el ERPI promovía la autodefensa armada, “pero todavía no lo definíamos como poder popular, pero siempre hemos sido partidarios de que los pueblos deben defenderse, lo cierto es que en ese asesinato del que me culpa Érit nada tuve que ver”.
El comandante Ramiro considera que por esas injusticias el pueblo debe organizarse y llamó a sumarse a la lucha del ERPI.
Y cuenta lo que ha hecho desde que se fugó de la cárcel: “desde que me fugué de la cárcel, hace ya cuatro años me he refugiado en la sierra de Guerrero y creo que hemos visitado la mayoría de las comunidades de la sierra, la gente nos conoce, sabe quienes somos, si llegamos a un pueblo y la gente está haciendo su carretera, o está sembrando, nosotros les ayudamos, y de eso hay cientos de testimonios”.
Si fuera cierto lo que dice el “mal gobierno” de los ricos de nosotros los guerrilleros del ERPI, pues la misma gente ya nos hubiera entregado y no estuviéramos aquí platicando”.
Cuenta que la mayoría de los jóvenes que van a dar a su columna es porque en sus comunidades están amenazados de muerte, “sabemos que hay planes en el gobierno para asesinar a la gente que baja de la sierra. Los paramilitares ajustician a los campesinos que llevan huaraches y los acusan de ser del ERPI, eso les decían gente como Serafín Alegre, y Sergio Alegre.
Para Omar Guerrero, la lucha armada no tiene plazos pues dijo que se construye poco a poco, incluso señaló que el 2010 para ese grupo armado es una fecha más, “nosotros estamos dando la lucha todos los días, a diario”.
Y cuenta: “aquí en nuestras columnas guerrilleras tenemos a gente de tiempo completo, que son los más decididos, otros vienen por temporadas, la mayoría son campesinos, pero todos vienen de manera voluntaria. Hay unos que vienen por tres meses, pero al siguiente día ya se quieren regresar y otros que venían por un día se quedan para siempre. Al menos yo nunca he tenido vacaciones, –dice mientras se dibuja en su rostro una mueca que parece sonrisa–, todo va por pasos”.
Zacarías Cervantes
Chilpancingo
Conocido como el comandante Ramiro, Omar Guerrero Solís, uno de los dirigentes en Guerrero del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), denunció que el gobierno federal simula una lucha en contra del narcotráfico porque solamente “golpea a un cártel y protege a otro”, el que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán Loera, cuyos sicarios son usados por el Estado “para hacer el trabajo sucio”. Mientras que aquí en Guerrero, dijo que el gobierno de Zeferino Torreblanca protege las actividades delictivas del ex presidente de la Unión Regional Ganadera, Rogaciano Alba Álvarez.
Custodiado por una veintena de los integrantes de su columna guerrillera, el hombre que se encuentra entre los 40 más buscados por la Procuraduría General de la República (PGR), habló en algún lugar de la sierra de Guerrero este fin de semana con un grupo de periodistas de la situación del país y en este contexto de las actividades y planes de la guerrilla a la que pertenece.
A más de seis años de que se fugó de la de cárcel de Acapulco, el comandante Ramiro dijo que en los tiempos actuales la guerrilla ha tenido que distraerse para luchar en contra de grupos paramilitares que sirven y actúan bajo las órdenes del gobierno federal y estatal en la sierra de Guerrero para amedrentar a los campesinos que defienden sus tierras ya sea de los talamontes o de los narcotraficantes.
El jefe guerrillero denunció que la lucha del gobierno en contra del crimen organizado no es real, puesto que “golpea a un cártel y protege al otro, que en esencia son iguales, porque asesinan, secuestran, y torturan”.
Dijo: “Esa estrategia de combatir al narco es falsa. Aquí en Guerrero, por ejemplo, los narcos participan en las reuniones que lleva a cabo el Ejército y el gobierno del estado que golpea a un cártel y protege al otro, pero en esencia son iguales, porque asesinan, secuestran, y torturan. Aquí el cártel del Chapo Guzmán le está sirviendo al Estado, y viceversa, ahora el problema está en que los cárteles de la droga le están haciendo el trabajo sucio al gobierno mexicano”, dijo.
El dirigente guerrillero señaló que a nivel local uno de los protegidos del actual gobierno es el ex presidente de la Unión Regional Ganadera, Rogaciano Alba Álvarez, de quien dijo: “Esta persona no se deja ver, pero lo cierto es que de manera constante estamos enfrentando a sus pistoleros y gatilleros, sobre todo en la zona de la sierra, donde tenía el poder, era amo y señor. El decidía todo, pero desde hace un buen tiempo ya no se aparece por acá”, dijo.
Agregó que la célula guerrilera que encabeza ha organizado la autodefensa armada, y que gracias a ello “pudimos evitar más derramamiento de sangre, porque las bajas nuestras eran pura gente del pueblo, hubo muchos torturados, desaparecidos y ejecutados”.
Admitió que incluso muchos de los familiares de la gente que ha mandado matar Rogaciano Alba están incorporados a las columnas guerrilleras del ERPI. “Hace unos meses, por cierto, Rogaciano bautizó a un grupo como Ejército de Liberación del Pueblo (ELP), pero es falso, no existe, por eso nadie le hizo caso”.
Dijo: “para nosotros está muy claro que a Rogaciano lo protegen Calderón y Zeferino, se instalan retenes militares y es extraño que pasa por ellos y no lo detienen. El Ejército sólo ataca a un cártel, como sucedió en los últimos días en San Miguel Totolapan y en Arcelia, o en Zihuatanejo en donde catearon casas”, y lo soldados arrestaron a decenas de sicarios, presuntamente miembros del cártel de los narcotraficantes Beltrán Leryva.
Omar Guerrero señaló que a partir de este gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, se ha incrementado la formación de grupos paramilitares, “pero cuando surgen los ubicamos y los hemos golpeado y desbaratado y lo vamos a seguir haciendo, eso lo sabe el enemigo”.
En medio de la espesura de la vegetación de la sierra, en donde se acondicionó un reducido espacio como escenario para el encuentro con los medios de comunicación, el guerrillero expone que “en la sierra de Guerrero podemos decir con toda seguridad que los grupos paramilitares y Rogaciano ya no tienen presencia, a diferencia de las partes bajas donde todavía tienen algunos grupos y por eso se presentan diversos crímenes.
El comandante Ramiro denunció que los grupos que sirven al narcotráfico han levantado y asesinado sólo en la región de la Tierra Caliente a unos 60 “compañeros” y que continúan los asesinatos y las desapariciones.
Y dio nombres: “algunas de las personas a las que se señalan como responsables de estos hechos son Roberto Salto, ex miembro de la Policía Federal; José Espinosa, Carlos Lagunas y el Chuyo Lagunas que murió siendo jefe; Isabel Santiago, José Rauda, Ismael Serrano, Daniel Bautista García, Marcelino Acosta Ávila, la mayoría gente cercana Rogaciano Alba que han cometido muchas muertes protegidos por el actual gobierno estatal y federal”, denunció.
En total hemos contado en ese lapso alrededor de 60 personas entre “compañeros” y gente del pueblo, “todos ellos inocentes, que fueron desaparecidos o ejecutados por el narco en la Costa Grande y la Tierra Caliente”, dijo.
De 33 años de edad, Omar Guerrero asegura que a los 14 años se incorporó al Partido de los Pobres (PDLP) fundado por el extinto guerrillero Lucio Cabañas, “y desde antes de que cayera en la cárcel, en donde estuve un año con ocho meses, ya tenía siete años visitando las comunidades de esa región y, bueno, ahora llevo más de cuatro años recorriendo nuevamente las comunidades del estado de Guerrero, principalmente las de la sierra que comprende todos los municipios de la Tierra Caliente y la Costa Grande”.
“Ahora a nosotros nos dicen que somos asesinos y bandidos, pero no nos preocupa lo que diga el gobierno, una cosa es lo que digan desde sus oficinas y la otra lo que sucede en la realidad, en lugares como aquí, en la sierra”.
El erpista señaló que en esos pueblos cada día crece la inconformidad porque el gobierno no les hace ningún beneficio, “sólo va a cometer injusticias y cómo quiere que no nos inconformemos, si todo esto nos provoca un nudo en la garganta”.
Dijo que al gobierno también le molesta que los campesinos se organicen para evitar la explotación irracional de la madera, “porque eso afecta a las empresas gringas y canadienses, que cuentan con el apoyo de Rogaciano (Alba) y de Rubén Figueroa, que también son parte de lo mismo”.
Dijo que por eso el gobernador Zeferino Torreblanca ha solicitado la presencia del Ejército y la policía para llevar a cabo los operativos en esa zona, “pero lo positivo de esto es que hay soldados y policías que saben de nuestro movimiento y le dicen a la gente de las comunidades que tenemos la razón”.
El militante del ERPI expone que también es perseguido por una aversión que tiene en su contra el director de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) Érit Montúfar Mendoza, pero dijo que ésta es personal; “él (Érit) sabe que le conozco muchas cosas. Antes de que subiera al poder había muchas denuncias de los pueblos de la Tierra Caliente que lo acusaban de apoyar a los narcotraficantes en la región, además de que su gente se dedicaba al robo de ganado, de vehículos y de maquinaria pesada.
El dirigente guerrillero dijo que estas actividades delictivas se desarrollaban “principalmente en la comunidad de El Pozo, municipio de Coyuca de Catalán, en donde organizaba fiestas para su invitado principal, el comandante del 40 Batallón de Infantería. Por esa época se empezaron a presentar asesinatos en la zona, uno de ellos fue en la carretera que va de Ciudad Altamirano a Zihuatanejo, quedó completamente descuartizado a la orilla de la carretera”.
Recuerda: “al parecer en esa comunidad de El Pozo hubo un ataque a uno de los familiares de Érit y ahí mataron a uno de sus familiares, luego me responsabilizó del crimen y desde entonces me persigue impulsando operativos. Pero lo que sucedió en esa ocasión fue que la gente de los pueblos aledaños ya estaba cansada de tanto abuso Éy la misma gente fue la que se insurreccionó y actuó”, aseguró.
Añade: “yo mismo le dije a Érit (cuando estaba preso) que ya me tenían y que me echaran todos los cargos, pero que no le hicieran daño a mi familia. Érit también tiene familia”.
Añade que en ese entonces el ERPI promovía la autodefensa armada, “pero todavía no lo definíamos como poder popular, pero siempre hemos sido partidarios de que los pueblos deben defenderse, lo cierto es que en ese asesinato del que me culpa Érit nada tuve que ver”.
El comandante Ramiro considera que por esas injusticias el pueblo debe organizarse y llamó a sumarse a la lucha del ERPI.
Y cuenta lo que ha hecho desde que se fugó de la cárcel: “desde que me fugué de la cárcel, hace ya cuatro años me he refugiado en la sierra de Guerrero y creo que hemos visitado la mayoría de las comunidades de la sierra, la gente nos conoce, sabe quienes somos, si llegamos a un pueblo y la gente está haciendo su carretera, o está sembrando, nosotros les ayudamos, y de eso hay cientos de testimonios”.
Si fuera cierto lo que dice el “mal gobierno” de los ricos de nosotros los guerrilleros del ERPI, pues la misma gente ya nos hubiera entregado y no estuviéramos aquí platicando”.
Cuenta que la mayoría de los jóvenes que van a dar a su columna es porque en sus comunidades están amenazados de muerte, “sabemos que hay planes en el gobierno para asesinar a la gente que baja de la sierra. Los paramilitares ajustician a los campesinos que llevan huaraches y los acusan de ser del ERPI, eso les decían gente como Serafín Alegre, y Sergio Alegre.
Para Omar Guerrero, la lucha armada no tiene plazos pues dijo que se construye poco a poco, incluso señaló que el 2010 para ese grupo armado es una fecha más, “nosotros estamos dando la lucha todos los días, a diario”.
Y cuenta: “aquí en nuestras columnas guerrilleras tenemos a gente de tiempo completo, que son los más decididos, otros vienen por temporadas, la mayoría son campesinos, pero todos vienen de manera voluntaria. Hay unos que vienen por tres meses, pero al siguiente día ya se quieren regresar y otros que venían por un día se quedan para siempre. Al menos yo nunca he tenido vacaciones, –dice mientras se dibuja en su rostro una mueca que parece sonrisa–, todo va por pasos”.