Los peregrinos más frecuentes coinciden en afirmar que esta romería sirve, en particular, para pedir “el agua” ya que San Mateo es el dueño del agua y del rayo.
Esta leyenda se trascribió por primera vez en Straffi (2007)
Según Ruth Piedrasanta (2009: 60) que cita el testimonio de un antiguo “Rezador” de San Mateo, Matelto: los “Hombres Rayo son gente igual como el coyote [smoj-spixan]”. “(...) La culebra es el chicote de los rayos. (…) Cuando grita el rayo, son ellos quienes están pegándose”.Según su interpretación: los Rayos tienen una naturaleza humana sobrenatural (smoj-spixan), y están relacionados, en general, con la lluvia, y en particular, con la tormenta y las descargas eléctricas que la acompañan.
En cambio, según Ruz (1990b) los hombres rayos, que hacen parte de la categoría de los “vivos”, son seres con poderes especiales. Según los tojolabales que entrevistó, son hombres que han recibido de Dios el poder de transformarse en este fenómeno atmosférico.
En particular, Ruz (1990b: 57 y 196) habla del Yaxal Chawuk o Rayo Verde o del Chawuk (Rayo) que tiene la capacidad de atraer las lluvias “cuando llega su tiempo” (Ruz 1990b: 57 y 196).
También, se considera que estos hombres son encargados por sus comunidades de origen para velar y resguardar los corazones de los principales cultivos que se encuentran escondidos en las cuevas de las mismas (Ruz 1990 b: 65 y 8). Estos corazones son pequeñas figuras que representan las plantas cultivadas (Ruz 1990b: 284). Por ejemplo, el maíz, está representado por una pequeña mazorca, el frijol, por una vaina, el tomate, por un tomate (Ruz 1990b: 196).
También, tienen la facultad de saber donde se encuentran los corazones de los cultivos que más se dan en otras comunidades y que son celosamente guardados por sus respectivos hombres rayos en alguna cueva desconocida a los demás, bajo los pies de “un santito” (Ruz 1990b: 196-197).
En caso de necesidad y para beneficiar su propia comunidad, los hombres-rayos (Chawuktik) buscan apoderarse de los corazones de los cultivos que su propia comunidad de origen no posee. Entonces, se realizan expediciones para robar estos corazones que, muchas veces, si los rayos de la comunidad que pretende ser saqueada se percatan hacer (...) un rayo, mandar un rayo (...) matar una persona o un animal, o así (...). (...)
[Estos] llegaban allá y hablaban con otros tres o cuatros de San Mateo, también muy poderosos (...); (...) ellos [lo de San Mateo] les decían, (...) en que mes iba a empezar la lluvia (...). (...) Si encontraban una culebra en el camino, porque iban caminando [los rezadores de La Trinitaria o de otras partes] (...) les decían en tal parte encontraron una culebra (...) y todo lo que encontraban, (...) todo se los decían allá (...); (...) ellos [lo de San Mateo] sabían lo que (...) [le pasaba a los rezadores peregrinos; si] no iban contentos, llevaban remordimientos del corazón (...) o querían (...) traicionar a otro compañero (...). (...) [Le decían] no tu venís mal, no estás haciendo las cosas bien, tu venís pensando esto y esto y esto (...); (...) se los decían allá (...). (...)
[Y además les decían] las razones que van a llevar [a sus comunidades] son que en mayo ya va empezar a llover y van a tener suficiente lluvia (...); (...) entonces esos años, en la antigüedad, cuatro rayos.Las Margaritas y Comitán se fueron (...) [a San Mateo Ixtatán para] a traer todo lo que tenían allá (...) la energía o el poder que tenían (...) ahí (...); (...) [se fueron para] traérselo para acá (...) fueron a robar (...); (...) pensaban ellos que no se iban a dar cuenta [los señores de San Mateo] (...); de este intento, acaban en batallas entre los hombres rayos de las comunidades involucradas.
Estas batallas se reconocen por ser increíbles tormentas eléctricas (Ruz 1990b: 197). Finalmente, según el mismo autor los hombres rayos verdes se pueden identificar desde niños ya que cuando nacen poseen un cierre defectuoso de la sutura sagital, situada entre los parietales o protrusiones óseas craneales (exostósis) (Ruz 1990b: 196).
El primer tipo de particularidad representaría por los tojolabales como una “señal de la cruz” en la cabeza .
(...) pero como (...) siempre tenían esos poderes esos señores [los de San Mateo] (...); (...) no sé cómo se comunicaban, (...) es que en ese tiempo no había teléfono, no había comunicación con ahí, [pero] se comunicaron con lo de Trinitaria (...); (...) no sé por medio de qué, entonces se van (...) los zapalutecos (...) a apoyar a los (...) de San Mateo (...) y a rebatar [rescatar] las cosas (...) que ellos [los de Comitán y Las Margaritas] se traían (...); (...) se agarraron Margaritas y Comitán, y San Mateo y Trinitaria; se agarraron dos a dos (...). (...) Que con truenos, con aire, un remolino de viento y (...) mucha lluvia porque es, eran rayos (...); (...) quedaron los Lagos de Montebello donde fue (...) el pleito. (...) Por eso quedó mucha agua en los Lagos de Montebello, en las lagunas (...); (...) ahí se dieron, ahí rescataron [los de La Trinitaria y de San Mateo] lo que se traían robando [los de Comitán y Las Margaritas] (...); (...) le quitaron las cosas, pues los poderes [robados] (...); (...) [entonces] regresaron los de Zapaluta (...) en San Mateo [y] entonces allá en San Mateo debió pasar allá eso de gratificación [d]el bastón (...); (...) de que ayudaron [en el] combate (...)”. Don Guadalupe545 me contó una leyenda similar en la cual pero se subraya el hecho de que San Mateo es un lugar que alberga un gran poder, asociado, en particular, con el control de la lluvia: “los de Comitán, los de Yalumá, quisieron arrebatar (…) el poder [sobre la lluvia] que hay allá [en San Mateo] (…) y traerlo para Yalumá”. “El poder es un bastoncito (…). Al traer, al venir ese poder este, ese poder no quiso llegar a Yalumá (…). Con el poder de Dios, pues, no quiso venir. El sabía por qué. Entonces, se escondió ese poder se escondió en este, aquí en los lagos de Montebello (…) Entonces, cuando aquellos de San Mateo vieron que este poder se vino, vinieron a arrebatarlo (…) por medio de rayo. Se formó una, una gran lluvia. (…) Entonces empezaron los rayos a pelear, y a pelear, y a pelear ese poder hasta que lo arrebataron y se fueron. Entonces ese poder, (…) cuando lo lograron arrebatar (…) lo llevaron a San Mateo”.
Es desde aquel momento: “cuando quedó que si queremos agua que lo vayamos a pedir”.