LA MUJER EN LA MINERIA


Dentro de está amalgama están inmersas un grupo de mujeres que realizan este tipo de trabajo, presentamos aquí algunas voces de ellas desde su cotidiana jornada  con la minería.







Investigación Luz del Alba Belasko


El proceso extractivo en México ha crecido mayormente en la primera década del siglo XXI, con un impacto más devastador que la tecnología de “pico y pala” de la colonia.. La megaminería contemporánea utilizando el desarrollo tecnológico de máquinas-herramientas para la perforación, excavación, el desarrollo de explosivos, de procesos químicos para la recuperación masiva de minerales implementando el denominado sistema de tajo a cielo abierto, el cual implica la remoción de toneladas de tierra por gramos o fracciones de gramo de material recuperable; desarrollo viable gracias al uso de procesos químicos de flotación o lixiviación con cianuros, mercurio u otros químicos altamente tóxicos.

Los impactos de la minería contemporánea tanto ambientales como sociales y a la salud destacan no sólo por se cuantitativas sino cualitativamente más agresivos en el tiempo y en el espacio.  Agudizando los procesos de apropiación y despojo de tierras, agua y otros recursos naturales e irreversibles en muchos de los casos., agravando así el descontento social y los escenarios de violencia y conflicto contra las empresas mineras.  Dentro de está amalgama están inmersas un grupo de mujeres que realizan este tipo de trabajo, presentamos aquí algunas voces de ellas desde su cotidiana jornada  con la minería.


1.     INTRODUCCIÓN


México es un país cuya minería se remonta a la época prehispánica, con fines ornamentales y también la fabricación herramientas y armas rudimentarias para llevar a cabo actividades cotidianas de subsistencia.
El control de los recursos minerales definió territorios y fronteras del dominio prehispánico, así como rutas de conquista y colonización europea. La base de la economía novo-hispana era la minería. Sin duda, el virreinato del Perú, fue muy superior en la producción de metales preciosos (oro y plata) en los primeros años del reino español en América. Sin embargo, el descubrimiento de nuevos yacimientos desde Sonora hasta el sur de la provincia de Estados Unidos, permitió que gradualmente la Nueva España ocupara el lugar de privilegio.

En la historia del México moderno, la minería ha jugado un papel importante y ha sido una de las causas del estallido de la Revolución Mexicana de 1910, cuando trabajadores de la compañía The Cananean Consolidated Copper Company de Sonora se lanzaron a la huelga, como única alternativa ante la discriminación y los abusos de los que eran objeto por parte de la empresa norteamericana. La huelga fue reprimida en forma sangrienta, pero dejó un firme antecedente de lucha social y laboral.

La Revolución tuvo fuertes impactos sobre la industria minera. Los principales actores de la Revolución mexicana lucharon para hacer realidad su sueño de repartir el control de la tierra a quienes la trabajaban. A la par, dentro de estos antecedentes la “mujer mexicana” se organizó en un Primer Congreso Feminista , en la ciudad de e Mérida, Yucatán, en 1916, donde se empezaron a legitimar y consolidar las bases jurídicas e institucionales de la identidad nacional,. Sin embargo, a pesar de la amplia participación de las mujeres en la Revolución, en esa época, no fueron consideradas como ciudadanas. De ahí surgió este movimiento y más tarde el Congreso en el cual difundieron los acuerdos.

Desde entonces se ha hablado sobre, maternidad libre y voluntaria, educación para las mujeres, autoconcepción, derechos, igualdad, libertad. Sin embargo, la sagacidad del sistema capitalista comenzó a desvincular a la mujer y crear el mito de la madre sacrificada, la perfecta mujer del hogar, el abnegado adorno de la sociedad, la comercialización y la contra propaganda para neutralizar las propuestas de las yucatecas que revolucionaban la antigua moral y proponían una educación para las mujeres basada en la igualdad y la libertad.
2. EL PAPEL DE LA MUJER MEXICANA EN LA MINERÍA

En México, la imagen de la mujer encierra un cúmulo importante de simbolismos culturales e históricos. A la mujer se le idealiza como fuerza creadora y dadora de vida, como en la época prehispánica con la Coatlicue, Tonantzin. Pero también, a través de la Malinche, se expresa la devaluación del pueblo mexicano sometido con la conquista. La mujer-madre condensa, valores sublimes y patrióticos, de idealización y a la vez de devaluación. Hay un día, el 10 de mayo, en la que se exalta y enaltece a la madre con regalos y festejos, pero también de manera contradictoria, el peor insulto entre las y los mexicanos es una "mentada de madre".

La exaltación del "instinto materno" orienta el destino de millones de mujeres. Pero, si analizamos el desarrollo de las sociedades vemos que la maternidad no es un "instinto natural", sino un hecho social que cambia de acuerdo al momento histórico y las necesidades sociales. El concebir, parir y amamantar un hijo(a) es un hecho biológico que sólo las mujeres por su naturaleza pueden hacer, hecho al que se le llama maternidad. Pero el tenerlo no es sólo eso, porque necesita cuidados, atenciones, cariño, amor, educación, etc., es un trabajo emocional y físico al que se le denomina maternazgo, y éste no es natural sino social.

Y en este ámbito, la relación existente entre los sistemas de dominación ejercidos sobre el planeta y sobre las mujeres, proponen perspectivas en las que el movimiento feminista y movimiento ecologista se apoyen mutuamente.  Las mujeres pueden tener un papel crucial, no sólo como portadoras de un mensaje que nos oriente hacia una conciencia global medioambiental, sino como activadoras de una posición activa en busca del equilibrio en el planeta y la mejora de la situación de los sectores más desfavorecidos.

siglos, y en todos los continentes, ha existido la generalizada creencia de que la minería es una actividad reservada a los hombres, así como una actitud de rechazo cultural a su presencia en las minas, por el mito de la mala suerte. Legalmente la OIT en su código de trabajo de 1930 prohíbe el trabajo de las mujeres en labores mineras o subterráneas y en faenas calificadas como superiores a sus fuerzas o peligrosas para las condiciones físicas o morales de su sexo (art.126). Esta reglamentación duro en México hasta 1975 cuando celebraron el 1er Año Internacional de la Mujer., entre las clausuras reformadas de la ley laboral, fue la inserción de la mujer en la minería.

Las mujeres deben darse cuenta de que no podrán llevar a cabo su liberación ni encontrarán soluciones a la crisis ecológica mientras que la sociedad continúe fundando sus modelos de relación en sistemas de dominación. Las demandas del movimiento de la mujer y las del movimiento ecológico deben
unirse para así poder afrontar una reforma radical de las relaciones básicas socioeconómicas y de los valores subyacentes de esta sociedad moderna e industrial


3. SITUACIÓN DE LA MUJER EN EL MUNDO DEL TRABAJO.
PANORÁMICA GENERAL EN MÉXICO

La situación de la mujer mexicana en los sectores de la minería y el metal es uno de los más desconocidos e ignorados de la industria minera en México. Los indicadores hacia la igualdad de género en México (2007) contribuyen a este objetivo, al mostrar un panorama general de la situación de las mujeres y plantear, mediante la interpretación de datos estadísticos, hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos.
.           Según datos del II Conteo de Población y Vivienda, para el año 2005, había en México 103,263,388 personas, de las cuales 51.3 por ciento eran mujeres y 48.7 por ciento hombres. A partir de la década de los años setenta, la fecundidad ha descendido de manera notoria en nuestro país, lo cual se refleja en la reducción de la base de la pirámide poblacional (Figura 1).
         No obstante, la estructura por edad en México se mantiene joven, pues 50 por ciento de la población no rebasa los 24 años de edad (23 años en promedio para los hombres y 25 para las mujeres).
         Ello impone retos particulares de planeación en materia de creación de empleos, tanto para quienes están entrando en edad económicamente activa, como en el mantenimiento de la oferta laboral para las y los adultos que ya han acumulado años de trabajo y experiencia.