La actualización trimestral de la Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó que los parámetros clave del programa nuclear de Irán se mantuvieron dentro de los límites del acuerdo con las principales potencias (AFP Photo / ATTA KENARE)
(AFP) - Irán sigue cumpliendo con el histórico acuerdo nuclear de 2015, mostró un informe de vigilancia de la ONU el lunes, cuatro semanas después de que el presidente estadounidense Donald Trump se negó a certificar el acuerdo.
La actualización trimestral de la Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó que los parámetros clave del programa nuclear de Irán se mantuvieron dentro de los límites del acuerdo con las principales potencias.
El informe restringido, visto por AFP, dijo que Irán "no ha enriquecido" el uranio por encima de niveles bajos y que su reserva de uranio enriquecido estaba por debajo del límite acordado de 300 kilogramos (660 libras).
El uranio cuando se "enriquece" con altas purezas se puede usar en un arma nuclear. En condiciones de poca pureza, puede utilizarse para aplicaciones pacíficas, como la generación de energía, el objetivo declarado de Irán.
El nuevo informe de la IAEA dice que el número de centrifugadoras de enriquecimiento instaladas en el sitio de Natanz de Irán se mantuvo por debajo del límite superior de 5.060 durante el período del informe.
El volumen de agua pesada, un refrigerante del reactor, se mantuvo por debajo del máximo acordado de 130 toneladas en los últimos tres meses y el 6 de noviembre fue de 114,4 toneladas.
Irán ha superado ese límite dos veces desde que el acuerdo entró en vigor en enero de 2016.
Irán eliminó y dejó inoperable el núcleo del reactor de Arak, lo que en teoría podría haber dado a Irán un plutonio apto para armas, antes de que el acuerdo entrara en vigor.
La evaluación del OIEA demostró que, aparte de las fuertes inundaciones, una infracción relativamente menor, Teherán ha cumplido con el acuerdo desde su entrada en vigor en enero de 2016.
Sin embargo, el 13 de octubre, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se negó a certificar el acuerdo, diciendo que no era del interés nacional de Estados Unidos y que dejaba el destino del acuerdo al Congreso.
La decisión otorgó al Congreso controlado por los republicanos 60 días, que se agotan a mediados de diciembre, para decidir si volver a imponer sanciones a la república islámica.
Trump advirtió que el acuerdo sería "rescindido" en cualquier momento si los legisladores de los EE. UU. Y los otros signatarios no logran abordar sus "muchos defectos graves".
Según Trump, estos incluyen "cláusulas de caducidad" que ven que las disposiciones clave expiran en 10-15 años, "aplicación insuficiente" y un "silencio casi total" en el programa de misiles balísticos de Irán.