"Exigimos a Eruviel Aclare si hay Presencia de Grupos Guerrilleros de la FAR-LP Involucrados en Ejecución de Tlatlaya"
Ecatepec, Estado de México
El secretario general de Morena en el Estado de México, Félix Santana Ángeles, exigió al gobernador, Eruviel Ávila Villegas, aclaré si existe presencia del grupo guerrillero delas Fuerzas Armadas Revolucionarias Liberación del Pueblo FARL-LP en territorio estatal, sobretodo, por los hechos ocurridos el pasado 30 de junio en la comunidad de San Pedro Limón, municipio de
Tlatlaya, en la cual resultaron 22 civiles ejecutados por militares, pues se presume eran integrantes de la guerrilla.
Como lo dio a conocer durante un programa radiofónico el escritor y periodista mexiquense Francisco Cruz Jiménez, quien aseguró que en Tlatlaya, municipio de tierra caliente y colindante con el estado de Guerrero, los militares tenían la idea de que estos civiles pertenecían a la FAR-LP y por eso los asesinaron; este grupo nació en el sexenio de Enrique Peña Nieto ya como presidente de la República y en su momento denunciaron que en este gobierno había políticas de represión contra las organizaciones sociales, asesinatos, encarcelamiento de activistas y represión contra maestros disidentes y normalistas.
Santana Ángeles, reveló que de acuerdo al Centro de Documentación de los Movimientos Armados (CEDEMA), que se alimenta con información del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), la FAR-LPopera en más de 20 municipios del país, principalmente en los estados: de México, y Michoacán. Por lo que exigió a Eruviel Ávila que su gobierno debe aclarar si los 22 civiles asesinados por el Ejército Mexicano pertenecían o no algún grupo guerrillero o aquel cártel de la delincuencia organizada como lo sostuvo cuando dio a conocer lo sucedido en Tlatlaya.
Indicó que el ejecutivo estatal no puede evadir su responsabilidad argumentando que fueron acciones ejecutadas por el gobierno federal ya que de confirmarse que los jóvenes ejecutados pertenecían a un movimiento político social, estamos en el inicio de una guerra sucia donde se utiliza el aparato de Estado para eliminar a sus adversarios políticos, lo cual es inamisible en cualquier país que presume ser democrático.