51.77% de privatización eléctrica furtiva


Al 30 de junio de 2012, la Comisión Reguladora de Energía mantenía vigentes a 680 permisos privados de generación eléctrica, en sus distintas modalidades. El 51.77% de la capacidad de generación eléctrica total a nivel nacional está privatizada. Otros 323 permisos privados, principalmente de Autoabastecimiento, han sido momentáneamente “terminados” pero tienden a reaparecer a través de las transnacionales eólicas lo que incrementará la privatización furtiva.
1. 680 permisos privados

De acuerdo a la información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), organismo del imperialismo encargado de otorgar inconstitucionales permisos de generación eléctrica a los particulares, al 30 de junio de 2012, había 680 permisos administrados vigentes. El mayor número corresponde a la modalidad de Autoabastecimiento (AUT), luego sigue la Cogeneración (COG) y la Producción Independiente de Energía (PIE).
Siendo solamente 28 permisos PIE, su contribución a la capacidad instalada es mayoritaria (48.75%), con 14,289.7 megawatts (MW) de un total de 29,314.7 MW. Siguen en importancia los permisos AUT y COG.

Tratándose de la capacidad de generación, los permisos PIE dominan de manera relevante (55.70%), con 101,930.6 gigawatts- hora (GWh) de un total de 182,984.3 GWh, seguidos de los permisos AUT, COG, Exportación (EXP) e Importación (IMP).



2. 47 permisos “privados” a Pemex

Dentro del total de permisos privados otorgados por la CRE, se incluyen 47 a Pemex, siendo 31 en la modalidad de AUT y 16 en COG. Dado que Pemex oficialmente pertenece al sector público, separando estos permisos, el total otorgados al sector privado es de 633.
La capacidad instalada correspondiente a los permisos privados de Pemex, en ambas
modalidades de AUT y COG, es de 1,787.381 MW. Restando estos valores, la capacidad eléctrica instalada del sector privado es de 27,527.414 MW.

Tratándose de la generación eléctrica, los permisos privados de Pemex ascienden a 9,135.16 GWh, por lo que, al sector privado corresponde un total de 173,849.14 GWh.


3. Capacidad instalada y de generación de la CFE

Al 31 de diciembre de 2011, la capacidad eléctrica instalada de la CFE fue de 51,177 MW. Pero, de este total, las corporaciones transnacionales poseen en propiedad privada 11,907 MW. La capacidad instalada propia de la CFE es de 39,270 MW. Los funcionarios de la CFE reportan el total como “servicio público” pero no hay tal. Las corporaciones suministran a
la CFE la energía que generan, con su propia infraestructura, mediante convenios de compra- venta a 25 años prorrogables. La participación privada ocurre vía la modalidad PIE.
En el caso de la generación eléctrica, la capacidad total fue de 254,680 GWh, siendo privada 84,260 GWh y, generación propia el resto, es decir, 170,420 GWh. Para la zona Centro no se indican datos. Se presume que la bajísima capacidad de esta zona está fuera de operación.




4. NUEVOS CRITERIOS
Hasta ahora, con la mayor voluntad, el FTE de México ha hecho la distinción entre los permisos otorgados por la CRE a Pemex y los obsequiados a los particulares. Aún cuando la paraestatal petrolera está sometida a una seria privatización en las fases fundamentales del proceso de trabajo, se le había exceptuado de la privatización eléctrica furtiva por tratarse de una entidad pública.
Sin embargo, Pemex genera electricidad a partir de permisos privados otorgados por la CRE. Pemex es una paraestatal pero no tiene facultades constitucionales para la generación eléctrica. Esto podría ocurrir en una industria energética (hidrocarburos, energía eléctrica, agua) integrada, pero por ahora no es el caso.

Con esas acciones irregulares, la política antinacional en Pemex contribuye a privatizar a la industria eléctrica nacionalizada, además de seguir en marcha su propia privatización..
Más aún, la CRE ha caído en otros abusos. Aparte de considerar a Pemex como un permisionario privado, se está auspiciando que otras entidades públicas, como el Instituto de Investigaciones Eléctricas, los municipios de Monclova, Saltillo, Monterrey y de Michoacán, entre otros, reciban permisos privados de la CRE y procedan a generar energía eléctrica (y comercializarla) SIN tener facultades constitucionales para ello. Los propios municipios contribuyen a la privatización eléctrica furtiva.

Por tales razones, el FTE considera al total de permisos privados autorizados por la CRE como parte de la privatización eléctrica furtiva total a nivel nacional.


5. Tres escenarios de privatización
Consideramos tres escenarios: 1- la privatización (interna) en operación de la CFE, 2- la privatización nacional sin Pemex, 3- la privatización nacional total.


5.1 Privatización en operación de la CFE

La capacidad instalada, y la de generación, de la CFE han crecido poco. Eso se debe a la
deliberada política oficial consistente en “congelar” la expansión de la CFE para favorecer la intervención privada, abierta o simulada.

De un total declarado en capacidad instalada de 51,177 MW y capacidad de generación de 254,680 GWh, la capacidad instalada de la CFE es de 39,270 MW y la capacidad de generación es de 170,420 GWh. El resto está privatizado.

La privatización interna de la CFE es de 23.27% de privatización en la capacidad instalada (11,907 MW) y 33.08% (84,260 GWh) en capacidad de generación, a base de proyectos PIE. Esta sería la privatización en operación de la CFE.

Si se considera a la industria eléctrica nacionalizada en su conjunto, como debe ser pues la CFE no es una empresa aparte sino que representa a la industria eléctrica nacionalizada, la situación es más grave, por la gran cantidad de permisos privados de generación en las modalidades AUT, COG, EXP, IMP, PP y UPC, además de los PIE en operación, en construcción y en proyecto.


5.2 Privatización SIN Pemex
La industria eléctrica nacionalizada está representada por la CFE pero ésta ha venido cediendo sus funciones constitucionales estratégicas al sector privado. No se trata solamente de la capacidad efectiva en operación de la CFE sino de la capacidad nacional, que cada vez se entrega en mayor proporción al sector privado.

Las modalidades de AUT y COG constituyen permisos simulados, incluso fraudulentos, porque no son para el Autoabastecimiento ni para la Cogeneración. Se trata de simples permisos de generación que las corporaciones utilizan para abastecer a su cartera de clientes privados. Con ello, sustraen funciones y clientes a la CFE.

Si la capacidad propia de generación eléctrica de la industria eléctrica nacionalizada, representada por la CFE es de 170,420 GWh y la de Pemex es de 9,135.16, entonces, la capacidad de generación del sector energético público de México asciende a 179,555.16 GWh.

Habiendo separado los permisos “privados” de Pemex, excepto uno (mismo que la CRE otorgó a Pemex pero la paraestatal entregó de inmediato a una transnacional), la capacidad de generación privada es de 173,849.14 GWh.

La capacidad de generación total a nivel nacional es, por tanto, de 353,404.3 GWh. Esto implica que, el 49.19% está en manos privadas, SIN considerar los permisos de la CRE otorgados a Pemex.
La CFE genera el 48.22%, Pemex el 2.58%, haciendo un total de generación eléctrica por el sector público de 50.81%. El resto es generación eléctrica privada.
Algunos de los permisos se encuentran en la fase de construcción pero ya son privados. Al entrar en operación simplemente aumentará la privatización.
La tendencia privatizadora es creciente. Más aún, si se considera que la mayoría de los planes oficiales previstos al futuro próximo se proyectan como privados.

5.3 Privatización total de la CRE
Si se considera el total de permisos administrados vigentes por la CRE y su relación con la capacidad de generación de la CFE, ésta genera el 48.22%, el resto (51.77%) corresponde al nivel total de privatización furtiva auspiciado por la CRE.

6. 323 Permisos renunciados

Al 30 de junio de 2012 ya eran 323 los permisos de generación de energía eléctrica habían sido “terminados”, la mayoría por renuncia de los permisionarios, principalmente, en las modalidades de AUT, COG, IMP y Usos Propios Continuos (UPC).

Se trata de permisos relativamente recientes (menos de 10 años en su mayoría), cuyo número de “terminados” sigue aumentando. En algunos casos podría argumentarse inconveniencia y/o incapacidad por parte de los permisionarios. Pero hay un número importante de pequeños permisos que también se dan por “renunciados”.
Entre estos se incluyen 22 otorgados a Teléfonos de México, 96 a Walmart, 21 a Bimbo
y a otras empresas privadas. En estos casos no hay incapacidad sino cambio de planes. También hay 16 permisos de Pemex.

En la mayoría de los casos se trata de una deliberada maniobra, la renuncia es aparente. Empresas como Bimbo, Walmart, Coca-Cola, cerveceras y otras, que tienen permisos privados de generación para sus diversas plantas en el país, a base de combustión interna, están en un viraje. Argumentando que apoyarán la generación a partir de energías “limpias” (renovables), tienen inversiones en proyectos grandes a cargo de transnacionales. Estas generarán para sus clientes a partir del viento. La CRE les otorga los permisos correspondientes, que serán permisos de falso AUT.
Debido a la salida momentánea de esa capacidad eléctrica privada es que el nivel de privatización (sin Pemex) se mantiene alrededor del 50 por ciento. Si se considerara a tal capacidad, la privatización furtiva es mayor. En cuanto esas empresas privadas sellen la alianza con las transnacionales, y éstas empiecen a generar, la privatización se disparará.

7. Política eléctrica antinacional

En todos los casos, se pretende eludir a la CFE. Los privados con mayor consumo seguirán comprando la energía eléctrica que necesitan pero lo harán a las transnacionales, de cuya cartera son clientes. Los objetivos son simples: favorecer al capital privado, aumentando el nivel de la privatización eléctrica furtiva, para deteriorar más a la industria eléctrica nacionalizada.
Estos no son los únicos casos. Varios municipios tienen firmados contratos con las transnacionales para el “autoabastecimiento” remoto de energía eléctrica o mediante IMP. La transmisión y distribución eléctrica se realiza por las redes eléctricas nacionales que el Estado ha puesto al servicio de las corporaciones.

Más aún, el 26 de abril de 2012, la CRE otorgó a la Asociación de Colonos del Fraccionamiento Valle Real, S.A., en Zapopan, Jalisco, el permiso privado E/925/COG/2012, en la modalidad de falsa cogeneración (esos colonos no poseen ningún proceso industrial que les permita utilizar el calor generado, ni siquiera tienen infraestructura previa, ni mucho menos),
con una capacidad instalada de 0.2 MW y una capacidad de generación de 1.30 GWh. El proyecto será a base de gas natural que los colonos no poseen.

La privatización de la radiación del Sol también está en aumento, ya van 5 permisos privados y se proyectan más.

Lo anterior es parte de los planes destructivos del patrimonio eléctrico nacional, auspiciado por la propia CRE y los sectores que, infantilmente, consideran que la CFE “es el enemigo a vencer”, debido a los deliberados errores y abusos de la administración en turno.
El virus del Fujimorismo se ha introyectado deliberadamente. Con una percepción negativa y un consenso adverso entre la población, debido a errores y abusos en los cobros, el campo es propicio para privatizar totalmente a la CFE.

La privatización eléctrica furtiva es parte de una estrategia imperialista seguida por los gobiernos del PRI y del PAN y apoyada por todos los partidos políticos. Los planes del Banco Mundial, indicados en el memorándum confidencial entregado al gobierno de Zedillo en 1995, proponen privatizar el 100% de la generación eléctrica, es decir, DESTRUIR TOTALMENTE a la industria eléctrica nacionalizada.

Para seguir con esa política antinacional, el PRIAN prepara otra reforma energética privatizadora que el FTE rechaza.