Literatura de Dicha y Desdicha en el Futbol

 A Germán Velasco Aguirre                  Delantero #17, Potros UAMEX         Campeones Nacionales  Universiada 2012 

 

 

 

 

 

Por Luz del Alba Belasko 

  Que una mujer hable de fútbol en los medios se da, amenos que tenga un "buen ver", o algo entrañable lo acerque a un deporte que es difícil aficionarse sin practicarlo alguna vez.  Por mi parte, tengo una relación apasionada desde muy chica; mi padre formo la primera liga de fútbol en la Frontera de Chiapas, uno de mis hermanos casi nace en un campo llanero de fut, los domingos en familia viviamos  nuestra propia "épica" del campo, la pelota y los 22 hombres que muchas veces terminaba en sus propias "tragedias"cuando se  armaban peleas campales ante  la pasión que está ocasiona y en sus propias  "comedias" a veces legendarias; y cuando mi hermano mayor realizaba hazañas en la cancha, que más tarde formaban parte de las leyendas de aficionados prolongando la gesta a una pasión non-stop  que suplanta al fútbol, y esas tardes de domingo  con el salpullido visual del canal 13 y su DeporteV, donde los cronistas televisivos transformaban un juego sin gloria en la mayor Odisea. 

 En el gremio de literatos se dice que hay un desdén de los "letrados" con el fútbol, esto no lo podemos generalizar aunque Jorge Luis Borges no deja de ser Borges quien fue  el encargado de marcar la divisoria de aguas. Con lapidaria ironía, reformuló el "civilización y barbarie"  sentenciando en más de una entrevista periodística que el fútbol era "una cosa estúpida de ingleses... Un deporte estéticamente feo: once jugadores contra once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos". La frase hendía el cuchillo en el corazón de un continente latino netamente futbolera y convocaba al escándalo.    

Otros intelectuales como Albert Camus (Premio Novel de Literatura), había dicho que el fútbol le enseño todo lo que sabía. porque el futbol no sólo ha dado hinchas al mundo: también se ha enriquecido de ellos. Albert Camus aprendió cuando era arquero en Argelia que "la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. "Esto me ayudó mucho en la vida... Lo que más sé acerca de moral y de las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol". ¿A la pelota se le debe, entonces, El mito de Sísifo, Los justos y La peste?

Y por otro lado la voz de Pier Paolo Pasolini escribio que "El goleador es siempre el mejor poeta del año", dando la cumbre del romance entre  literatura y el fútbol. 

Excepciones en los años 20, con Juan Parra del Riego y el argentino Bernardo Canal Feijóo escribiendo "Penúltimo poema del fútbol" y Horacio Quiroga publicó "Suicidio en la cancha", un cuento sobre el caso real de un jugador de Nacional que se pegó un tiró en el círculo central de la cancha.  De aquellos tiempos es el primer relato totalmente ficcional sobre fútbol en el Río de la Plata: la novela del francés Henri de Montherlant  "Los once ante la puerta dorada". 

En 1923, nada menos que en su meláncolico libro Crepusculario, Pablo Neruda escribió el poema "Los jugadores", y 12 años después, "Colección nocturna", incluido en Residencia en la tierra. Durante el primer medio siglo hubo escasos coqueteos de la literatura con el fútbol . Y quien entró de lleno en el tema fue el uruguayo Mario Benedetti con su ya célebre cuento "Puntero izquierdo", escrito en 1955, y publicado en el libro Montevideanos.

El llamado boom de la literatura latinoamericana se acercó al mundo del fútbol, no sólo desde la escritura sino también desde las tribunas. Tras un partido el otro novel Gabriel García Márquez declaró: "No creo haber perdido nada con este irrevocable ingreso que hoy hago públicamente a la santa hermandad de los hinchas. Lo único que deseo, ahora, es convertir a alguien". 

 Escritores que se reconocían como hinchas de fútbol: el poeta Rafael Alberti —quien escribió "Oda a Platko", dedicada al arquero húngaro del Barcelona—, Miguel Hernández, Miguel Delibes, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Jorge Amado, Augusto Roa Bastos, Ernesto Sabato, Rubem Fonseca, Mario Vargas Llosa, Julio Ramón Rivadaneyro y Alfredo Bryce Echenique. El español Camilo José Cela, sus Once cuentos de fútbol, el mexicano Juan Villoro, un texto sobre el maracanazo —el día que Uruguay le ganó a Brasil la Copa del Mundo en el estadio Maracaná— titulado El hombre que murió dos veces, Humberto Constantini, su relato "Inside izquierdo", y Leopoldo Marechal, elige la tribuna de un River-Boca para lanzar la batalla del protagonista de Megafón o la guerra. 

Mientras tanto, en Europa, el austríaco Peter Handke ponía la piedra basal con su novela "La angustia del arquero frente al tiro penal" —que poco habla de fútbol, es verdad— pero tiene una de las definiciones más bellas de ese instante crucial en un partido. 

Y en lares mexiquenses, donde el escritor Eduardo Osorio se revela en su novela "El año en que se coronaron los diablos" y  rescata algunos rasgos angulares del origen y la historia de Toluca, una ciudad que, para bien o para mal, “sólo se recuerda por el futbol y el chorizo”.

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 UAEM, bicampeón del Futbol Varonil de la Universiada Nacional 2012 Los Potros de la Universidad NacionalAutónoma del Estado de México (UAEM) lograron el bicampeonato en Futbol Asociación Varonil, al coronarse en la Universiada Nacional 2012, tras vencer en la gran final con marcador de 3-2 alos Tigres de la Universidad Autónomade Nuevo León (UANL). La ceremonia de premiación estuvo encabezada por el comisionado de Futbol del Conde, Roberto Gadea Ayala, y el coordinador del Futbol dela UV, Humberto Morales, quienes entregaron las medallas de oro, plata y bronce, así como reconocimientos a los tres primeros lugares.