Micheletti impone el toque de queda en Honduras mientras Zelaya suma apoyos
El Gobierno golpista de Hondruas, encabezado por Roberto Micheletti, ha impuesto el toque de queda durante 48 horas después de que el Ejército secuestrara y expulsara al presidente legítimo, Manuel Zelaya, que sigue sumando apoyos de la comunidad internacional.
TEGUCIGALPA-. Roberto Micheletti, nuevo presidente de Honduras tras el golpe de estado protagonizado ayer por el Ejército contra el poder legítimo, ha decretado un toque de queda de 48 horas para garantizar el orden público y ha hecho un llamamiento a todos los funcionarios del Ejecutivo de Manuel Zelaya para que hoy acudan a trabajar, según ha informado el diario "El Heraldo".
La Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (FOMH), representantes de los sectores sociales y sindicales han convocado una huelga indefinida en protesta por el secuestro y expulsión de Zelaya a Costa Rica.
El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Andrés Pavón, ha explicado que desde hoy los trabajadores del sector público y los miembros de la Central General de Trabajadores (CGT), entre otras agrupaciones gremiales, se declararán en huelga en todo el país.
En su primera intervención pública, Micheletti ha justificado que los militares detuvieran y deportaran a Zelaya y ha defendido que éste fue "sustituido" mediante un procedimiento fijado en la Constitución porque ha incurrido en "reiteradas violacions" de la Carta Magna.
Recibimiento en Managua
Tras ser expulsado a Costa Rica, el presidente legítimo de Honduras ha partido a Managua, donde ha sido recibido por los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa; y el de Nicaragua, Daniel Ortega.
Zelaya ha dicho que "estoy vivo por una gracia de Dios" y ha explicado que "hubo un momento en que las ráfagas de las metralletas que estaban disparándose enfrente nuestro eran tan fuerte y era tanta la violencia y la brutalidad con que invadieron más de 200 elementos (militares) mi casa".
Ha contado cómo un grupo de militares encapuchados, armados y protegidos con chalecos antibalas lo amenazaron.
"Me decían: si no suelta el celular, le disparamos. Suelte el celular señor, y todos apuntando sobre mi cara y mi pecho", ha proseguido. Después, lo trasladaron al avión que lo llevó a Costa Rica.
Zelaya ha relatado que pensaba que era "una asonada militar" pero "se ha evidenciado que es una conspiración, un complot de la élite política y de la cúpula militar, temiendo perder su prestigio por una encuesta de opinión pública".
Ha reafirmado que en Honduras hay un solo mandatario y "está aquí enfrente de ustedes", porque los presidentes los elige el pueblo, y ha anunciado que regresará a Tegucigalpa para tomar posesión de su cargo "en el momento en que consideremos que debemos hacerlo".
Zelaya suma apoyos
Los países que integran la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) celebra hoy una reunión urgente en Managua. Los presidentes de Nicaragua, Ecuador y Venezuela han instado a rebelarse a maestros, soldados y otros sectores de la población hondureña.
Zelaya ha sumado también el apoyo del Grupo de Río y de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), del Sistema de Integración Centroamericana, del Mercosur y de varios presidentes de la región.
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha aprobado una resolución de siete puntos que condena "enérgicamente" el "golpe" contra Zelaya y exige su retorno al poder.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también ha instado, mediante una declaración escrita, a la "restitución de los representantes democráticamente elegidos del país y al pleno respeto de los derechos humanos, incluidas salvaguardas de seguridad para el presidente Zelaya, los miembros de su familia y su Gobierno".
Funcionarios de alto rango del Gobierno de Barack Obama han señalado que Estados Unidos sólo reconoce como único presidente constitucional de Honduras a Manuel Zelaya.